Cómo Limpiar el Hígado y la Vesícula
El hígado y la vesícula reciben toda la carga de una mala alimentación, por lo que no está de más realizar este procedimiento casero que te ayudará a eliminar los cálculos y piedrecillas.
Este tratamiento de limpieza elimina las acumulaciones negativas en los órganos digestivos y les permite un mejor funcionamiento.
Método Casero para limpiar la Vesícula y el Hígado
En esta nota te contaremos de un tratamiento para limpiar el hígado y la vesícula, dos órganos que suelen recibir toda la carga de la mala alimentación, dejándolos propensos a la formación de tumores y cálculos.
Ingredientes para hacer el tratamiento
Para hacer este procedimiento necesitarás tener a mano un bote de sales de Epsom, también llamadas "sales inglesas" o "sales de la higuera". Se trata de un laxante de sulfato de magnesio que deshidrata en gran medida las paredes celulares.
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Además, consigue los siguientes ingredientes:
- 125 cm3 de aceite de olivas extra virgen
- 125 cm3 de zumo de limón (reemplaza por el de pomelo, si prefieres)
- Agua
- 6 litros de zumo de manzanas (puedes usar el comercial, aunque será mejor el preparado a partir de agua y cápsulas de ácido málico)
También necesitarás una pera o bomba plástica de caucho para hacer lavativas intestinales, y un escurridor de vegetales o colador desechable para poner en el inodoro, debajo de tu cuerpo, de modo de recolectar allí las piedras que elimines en caso de que quieras analizarlas.
Pasos para hacer el tratamiento de limpieza
1. Comienza un sábado a las 19 horas: Añade 4 cucharadas soperas colmadas de sales de Epsom a 750 cc de agua filtrada. Mezcla bien y divide en 4 vasos. Bebe uno de inmediato: en minutos comenzarás a sentir los efectos laxantes de las sales, por lo que es importante que no hagas planes para esa noche.
"Debido a su intensidad, lo mejor es que consultes con tu médico y averigües la posibilidad de realizar este tratamiento."
Para este tratamiento necesitarás mucho zumo de manzana, preferentemente natural y recién extraído.
2. A las 20 hs. del mismo día, haz unas 4 o 5 lavativas con agua templada, para limpiar el colon. Una hora después, bebe el segundo vaso de las sales y deja actuar.
3. Aproximadamente hacia las 23 horas, prepara la mezcla de zumo de limón (o pomelo) recién exprimido y aceite de oliva, mejorando el sabor si quieres con un poco de zumo de naranja. Bebe el compuesto y vete a acostar para relajar el cuerpo, de preferencia reclinándote sobre el lado derecho del cuerpo o boca arriba, con la cabeza más arriba que el abdomen. Haz movimientos lentos, y procura mantener la pose de relajación por 30 a 45 minutos. Pasado este tiempo, ve al sanitario (seguro que querrás hacerlo).
4. El domingo a primera hora de la mañana, bebe el tercer vaso de la mezcla de sales y procura mantenerte sentado o parado, para permitir la mejor acción y facilitar la evacuación. Unas dos o tres horas después, bebe el cuarto vaso de sales. Al sentarte en el inodoro (algo que repetirás varias veces en el día), coloca el filtro o colador para recolectar las piedrecillas que liberes, pudiendo analizarlas si prefieres, o deja que fluyan con el agua.
5. Hacia el mediodía, bebe zumos y agua tanto como quieras, pues las sales son altamente deshidratantes. Al final del día puedes hacer más lavativas si prefieres.
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Algunos consejos
Durante 5 días antes de empezar el procedimiento, toma al menos un litro de zumo de manzanas unos minutos antes o después de las comidas, mientras sigues comiendo normalmente y sin hacer cambios (aunque, de preferencia, ya deberías haber eliminado de tu dieta las grasas, el alcohol y los alimentos poco saludables). Esto reblandece las piedras del hígado y la vesícula, preparándolas para su eliminación.
Comienza un día lunes y hazlo hasta el viernes, o repite una semana más si prefieres para finalizar siempre un viernes, de modo de iniciar el tratamiento el sábado y seguir las instrucciones tal como te indicamos a continuación. La idea es hacerlo el fin de semana para que estés más cómodo en tu casa.
Realiza este procedimiento de limpieza del hígado y vesícula una vez al mes, repitiendo los meses siguientes, y recuerda llevar una dieta liviana por algunos días, con mucho líquido (en especial ácido málico), para mejorar aún más las buenas influencias de esta verdadera cirugía sin bisturí.
¿Por qué es importante limpiar el hígado y la vesícula?
Realizar una limpieza en estos órganos es muy importante, ya que hay casos de pacientes cuyo estado está tan agravado que se procede a la extirpación de la vesícula como medida preventiva. Esto tiene grandes consecuencias al bienestar de la persona, pues es este órgano el productor de la bilis que permite una mejor digestión. Al retirar la vesícula, o estar debilitada, el hígado es quien entra en juego, enviando gotas de bilis de pobre calidad para los procesos digestivos: es decir, el cuerpo termina por recibir menos nutrientes y quedar más expuesto a enfermedades.
Para limpiar el hígado y la vesícula necesitarás tener a mano un bote de sales de Epsom, también llamadas "sales inglesas" o "sales de la higuera".
Es por ello que se ha desarrollado este tratamiento de limpieza a fin de eliminar sus acumulaciones negativas y permitir un mejor funcionamiento. Se lo denomina "LH". Ya que no se recomienda para pacientes renales o con problemas circulatorios debido a su intensidad, lo mejor es que consultes con tu médico y averigües la posibilidad de realizarlo, para tener el cuerpo en el mejor de sus estados con simples técnicas.