Cómo manejar nuestros hábitos alimenticios
Cómo crear hábitos alimenticios para nutrirnos correctamente y así realizar nuestras actividades de manera saludable.
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Tips para mejorar tus hábitos alimenticios
El ritmo de vida de hoy nos hace vivir más cosas en menos tiempo: dependemos de los horarios del tren, del subterráneo, del ingreso a la oficina, de la salida de los chicos de la escuela, y de un sinfín de otros condicionamientos. Esto se refleja directamente en nuestros hábitos alimenticios, y lamentablemente, para mal.
Veamos algunos buenos modos de mejorarlos y ordenarlos a nuestro estilo de vida actual, aunque en una versión optimizada.
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Cómo mejorar los hábitos alimenticios
Ordenar los tiempos para comer
Analiza los horarios de tu día, como a qué hora debes salir de casa para llegar con el transporte, a qué hora tienes el receso de almuerzo y demás. Anota estos tiempos en tu agenda o en un papel, para facilitar el orden en tu mente.
Luego, determina cuántos minutos tienes para comer en los horarios apropiados. Los correctos hábitos alimenticios incluyen un desayuno completo, una colación de media mañana, un almuerzo, una a dos colaciones por la tarde, y una cena liviana. Planifica un desayuno de 40 minutos, un almuerzo de 30 a 40 minutos, una cena de 40 minutos, y colaciones de entre 15 y 20 minutos.
Organiza tu tiempo diario para apartar estos momentos, de modo de tener tranquilidad, paz y serenidad a la hora de alimentar tu cuerpo y tu mente.
"Los correctos hábitos alimenticios incluyen un desayuno completo, una colación de media mañana, un almuerzo, una a dos colaciones por la tarde, y una cena liviana."
Los horarios de las comidas deben respetarse todos los días, formando una rutina saludable y totalmente beneficiosa. Contar con tiempo para alimentarte te permitirá disfrutar más de los sabores, masticar de manera más prolongada y hacer un proceso digestivo más simple, en lugar de atorar tu garganta con golosinas y comidas rápidas mientras sigues con tus labores del día. Esto no sólo te lleva a una mala nutrición, sino que tampoco deja tiempo a tu organismo de aprovechar este mimo que le haces al alimentarte adecuadamente.
Tú eres quien debe planificar los hábitos alimenticios
Si organizas tu agenda y la respetas, no tendrás problema alguno en manejar tus hábitos alimenticios. Si por cuestiones de urgencia no logras cumplir con una comida, no te preocupes demasiado, pero sí ocúpate de cumplir con las demás. Pasar tan sólo un día con una alimentación incorrecta te lleva a sensaciones de pesadez, cortes de digestión, desgano, falta de energías y otras condiciones poco agraciadas.
Sólo tú eres responsable por tu alimentación: si tu trabajo te impide destinar 30 minutos a la hora del almuerzo, entonces ordénate de modo de tener ese tiempo un poco antes o un poco después, pero cúmplelo. Si no te ocupas tu mismo de tu salud, nadie más lo hará por ti. Y recuerda, eres la persona más importante de tu existencia, y cuidarte poco o no darte una alimentación adecuada es el camino directo a la mala salud y al desgano emocional.
Bebidas para acompañar tus comidas
El agua es tu mejor compañía a la hora de comer. Evita las bebidas alcohólicas y las gaseosas, prefiriendo agua normal o la saborizada, en cantidad suficiente (casi abundante). Incluso puedes reemplazar alguna colación sólida por una bebida natural, como un zumo, un batido o un licuado. Los yogures, los helados naturales y las gelatinas son otras buenas opciones para mantenerte hidratado en sólo minutos.
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"Si por cuestiones de urgencia un día no logras cumplir con una comida, no te preocupes demasiado, pero sí ocúpate de cumplir con las demás."
Finalmente, recuerda relajarte: comer apurado o preocupado no es saludable ni beneficial. Al menos, dedica cinco minutos luego de comer para relajar el cuerpo. Respira profundo, cierra los ojos, y deja que tu mente se relaje mientras tu organismo digiere lo consumido. Permite este descanso, y notarás cómo tu salud mejora y tu cuerpo se fortalece, ¡y todo con sólo manejar tus hábitos alimenticios!