Mamá primeriza: los errores más habituales y cómo prevenirlos
Las mamas y papás primerizos viven una experiencia inigualable con la llegada del bebé, y eso puede confundirlos y hacerles cometer algunos errores comunes.
Toda mamá primeriza tiene expectativas, nervios y emociones descontroladas que la llevan a cometer errores
Errores que suelen cometer madres primerizas
Toda mamá primeriza tiene expectativas, nervios, emociones casi descontroladas y ese temor a no saber qué hacer. Las medidas de precaución se extreman, y nos dejamos llevar por esos consejos populares que, a veces, son erróneos. Aquí te contamos los errores más habituales de los primeros meses de esta maravillosa experiencia que es ser mamá.
También te puede interesar...
Cómo realizar ejercicio durante el embarazo
Errores de la mamá primeriza: Limpieza
La humanidad ha existido por más de una generación, eso es seguro. Sin ir más lejos, nuestras abuelas no tenían esterilizadores en cada hogar, y nuestras bisabuelas ni siquiera tenían más que telas para hacer los pañales. Y hemos sobrevivido. El primer error de las mamás primerizas de hoy está en la higiene, la pulcritud, la esterilización y el uso excesivo de productos comerciales que prometen eliminar cada bacteria habida y por haber.
Está muy bien mantener el hogar limpio, desinfectar los pisos o hasta quitarnos los zapatos al entrar, para que nuestros bebés no gateen por un piso sucio. También está bien hervir o esterilizar los biberones, evitando el desarrollo de hongos, mohos y bacterias. Pero no exageres: bañar a tu bebé con un jabón antibacterial, alcohol, desinfectar absolutamente todo, todo el tiempo, te dejará exhausta y evitará que tu niño desarrolle los anticuerpos necesarios para su infancia.
"El primer error de las mamás primerizas de hoy está en la higiene, la pulcritud, la esterilización excesiva."
Lo mismo se aplica a la hora del baño. Los adultos necesitamos asearnos a diario, pues sudamos, estamos en contacto con el exterior, usamos productos de cosmética que dejan huellas en nuestra piel. Pero los bebés son otro asunto. Se recomienda dos a tres baños por semana, solamente, para evitar los cambios bruscos de temperatura o el lavado de las grasas y aceites naturales de su piel.
Errores de mamá primeriza: la ropa y el sueño
Son otros dos asuntos en los que las mamás primerizas suelen cometer errores. Las abuelas siempre decían “abriga más al bebé”, pero con los nuevos materiales y tejidos, hipoalergénicos y livianos, esto ya no es suficiente. Determinen entre papá y mamá quién de los dos es el que más sufre del frío, y viste a tu bebé con una capa mas que el padre más friolento. Es decir: si tienes playera y jersey, entonces una polera de mangas largas, de algodón, será suficiente para el bebé. Controla la temperatura de su nariz, su nuca, manos y pies para saber si está o no a gusto.
A la hora de dormir, acostumbra a tu bebé a hacerlo en su propia cuna desde el primer momento. Dormir con papá y mamá no sólo puede ser peligroso, sino que impide un correcto desarrollo de la independencia en el bebé. Debe dormir en su propio espacio cada noche, cada siesta, y también descansar allí o hasta jugar en su cuna. También es conveniente que, en las primeras semanas y meses, acostumbres a tu bebé a dormir con ruido (la TV, la radio, tus actividades diarias), para que así descanse mejor y no se interrumpa su sueño si hubiera ruidos que no puedas controlar, como lluvia, viento, coches u otros.
También te puede interesar...
Primer mes de embarazo, desarrollo del bebé y cambios en la mamá
"La cantidad de ropa y el sueño del bebé son otros dos asuntos en los que las mamás primerizas suelen cometer errores."
Finalmente, usa tu criterio y no te dejes llevar por tantas técnicas contrapuestas. Lo mejor es que hables con otras madres primerizas, que escuches consejos de las abuelas, que prestes atención a tu pediatra y toda fuente de conocimientos, para tomar en cuenta todo lo escuchado, poder analizarlo y llegar a tus propias conclusiones. En definitiva, debes ser tú misma quien cree las rutinas y técnicas para tu propia familia, aprovechando todas estas nuevas nociones y aplicándolas, al ritmo de tu bebé.