Cómo limpiar y cuidar los cubiertos
La cubertería fina es un desperdicio si la tenemos guardada en un cajón. Y no te preocupes si crees que usarla seguido la arruinará, porque hay consejos sobre el cuidado y limpieza de los cubiertos que los mantendrá impecables por más tiempo
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Cuidado y limpieza de los cubiertos
En una cena con amigos, una velada familiar o una noche romántica de a dos, no puede faltar la cubertería mas lujosa de la casa. Pero hasta la mesa mejor vestida puede verse opacada cuando la vajilla tiene marcas características del paso del tiempo. Para evitar esos incómodos detalles, siempre hay trucos de limpieza y conservación.
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Limpiar los cubiertos antes de usar
A la hora de poner la mesa elegantemente, prepara un paño suave (de algodón blanco, preferentemente) y mezcla dos partes de alcohol medicinal con una parte de agua. Humedece el trapo o paño en el líquido, y repasa uno a uno los cubiertos, para limpiarlos, desinfectarlos, y retirar las marcas de agua o del paso del tiempo. Si puedes, utiliza guantes de tela para realizar esta labor, de modo de no dejar huellas.
Si los cubiertos fuesen añejos y tuvieran leves manchas que se asemejan al óxido, seguramente se trata de un depósito de suciedad, pues la cubertería (en particular la delicada) es inoxidable. Para eliminar estas suciedades de manera natural, antes de higienizar con el alcohol repasa con un paño suave embebido en aceite de cocina, o bien rocía los cubiertos con aceite vegetal en aerosol, y luego lava con detergente y agua caliente. Finalmente, seca y repasa con el alcohol.
"Para eliminar los depósitos de suciedad, antes de higienizar con el alcohol repasa con un paño suave embebido en aceite de cocina."
Cómo limpiar y guardar los cubiertos después de usar
- Luego de usar los cubiertos, remójalos en agua caliente y lava con detergente y agua cálida. Seca con un paño suave todos los detalles e intersticios, para evitar rayas y manchas.
- Luego, envuelve en una gasa o paño suave y lleva dentro de una bolsa plástica de cierre hermético, así evitarás que se ensucien de polvillo y que reciban la humedad de ambiente.
- Si el sitio de guarda es muy húmedo, puedes poner en práctica un simple truco: dentro de la bolsita plástica, coloca un trocito de tiza escolar o algunos granos de arroz. Estos elementos absorben la humedad, evitan los malos olores y dejarán tus cubiertos impecables.
- Para evitar el roce de los cubiertos entre sí durante la guarda, amontónalos unos sobre otros los que sean del mismo tipo (cucharas con cucharas, tenedores con tenedores y así) y ajústalos con una bandita elástica antes de envolver en el paño.
- Por último, recuerda el dato más importante: la vajilla y la cubertería más hermosas se convierten en un desperdicio cuando las dejamos dentro de un cajón. Usa tu vajilla fina cada vez que puedas, disfrútala, compártela, así sea para servir galletas y queso, pues esos son los detalles que hacen más linda nuestra existencia.