Hazte amiga de tus defectos

Deja de torturarte a causa de tus errores o de tus metidas de pata. Salir de la trampa del perfeccionismo hará que tu vida sea mucho más fácil y mucho más feliz.

Hazte amiga de tus defectos

¡Hazte amiga de tus defectos!

By Cynthia Hanson for Life & Beauty Weekly

¿Pones toda tu energía en luchar por ser perfecta en tu casa y en tu trabajo? ¿Te vuelves loca si tu casa no está reluciente o si tus informes no son una obra maestra de la literatura de oficina? Haz que este año sea el que te haga dejar de escuchar a tu ser crítico y aprende a aceptar tus defectos.

“El perfeccionismo implica estar constantemente buscando la aprobación, tanto interna como externa, para asegurarte de que lo que estás haciendo está bien", dice Kathy Caprino, especializada en la vida profesional y privada de las mujeres y autor del libro Breakdown, Breakthrough: The Professional Woman's Guide to Claiming a Life of Passion, Power and Purpose. “Te parece difícil sentirte segura y apreciada si no logras alcanzar los estándares que tú misma te has impuesto" y eso disminuye tu sensación de bienestar. Jonathan Alpert, psicoterapeuta de Nueva York, dice que el perfeccionismo puede provocar ansiedad, depresión leve y dificultades para relacionarse.

Sigue estos seis pasos y, aunque no serás perfecta ¡te sentirás mucho mejor!

"Si te torturas pensando en los errores que cometiste, los errores pierden su utilidad, es decir, ya no te ayudan a aprender y a crecer."

Fija tus prioridades

En lugar de tratar de ser la mejor en todo, elige lo que más te importa (tu trabajo, tu familia, tus hobbies...), y trata de ser la mejor en esa área y date un respiro en el resto. “Por ejemplo, si tu prioridad es ser una madre amante y dedicada, haz que eso sea el centro de todas tus atenciones", dice Caprino. “Cuánto más abandones la necesidad de ser perfecta en todo, más éxito tendrás en ser una madre dedicada".

Aprende a aceptar lo "suficientemente bueno"

¿Te parece que tu cena va a ser un fracaso si no creas de la nada una comida de cuatro platos diferentes? ¡Claro que no! Es totalmente aceptable servir aperitivos congelados o comida preparada, o comprar tarjetas ya hechas en lugar de ponerte a dibujarlas tú. “Aprende a aceptar que no solo existen dos categorías, la perfección y la imperfección o lo que está bien y lo que está mal", dice Alpert. “Hay muchas tonalidades de gris entre el blanco y el negro”

Redescubre la palabra “no”

¿Haces más de lo que quisieras porque deseas que los demás piensen que eres increíble? Es hora de que empieces a decir "no" a las cosas que no quieres hacer, ya sea entrenar al equipo local de softball u organizar la venta de garaje anual de tu barrio. Esto te dará más libertad para concentrar tu energía en las cosas que realmente son importantes para ti.

Motívate a ti misma

Cada mañana, durante un mes, mírate en el espejo antes de comenzar con tu rutina de belleza. Di en voz alta: "me quiero a mí misma y me acepto, con todo y mis defectos". Di frases que expresen que eres grandiosa exactamente como eres, y antes de que te des cuenta dejarás de ser tu peor crítica.

Cuida tu lenguaje

¡Elimina la palabra "perfecto" de tu vocabulario! En lugar de decir: "Mi plan de negocios es perfecto", intenta decir "trabajé al 100% en este plan". Si vas a halagar la nueva decoración de la casa de tu amiga, dile “Esos estantes de madera quedan preciosos con esas cortinas", en lugar de "¡Qué perfecta combinación!".

"En lugar de tratar de ser la mejor en todo, elige lo que más te importa."

Comparte tus errores

Hace falta valor para admitir que se te pasó una fecha de cumpleaños o que no preparaste lo suficientemente bien una presentación importante. Sin embargo, hablarles a tu familia y tus amigos sobre tus puntos débiles te ayudará a aceptarte como una persona que es grandiosa para ciertas cosas, buena para otras y que se siente bien con esa dualidad. Como dice Caprino, “si te torturas pensando en los errores que cometiste, los errores pierden su utilidad, es decir, ya no te ayudan a aprender y a crecer".

Cynthia Hanson es una periodista de Philadelphia que escribe para diversas publicaciones nacionales tales como Ladies’ Home Journal, Parents y American Baby. Ya ha escrito antes para Life & Beauty Weekly.