¿Por qué los productos electrónicos tienen una vida útil corta?

¿No te parece extraño que cada 4 o 5 años tu móvil deje de funcionar, o la impresora falle a cada rato? Pues hay una explicación para ello: la obsolescencia programada. ¿Existe o es un mito?

¿Por qué las empresas hacen productos que duran poco? Productos no programados para morir.

Productos tecnológicos con fecha de vencimiento.

Productos tecnológicos con fecha de vencimiento

¿Por qué la mayoría de aparatos tecnológicos tienen una vida relativamente corta? ¿Por qué de cada vez nos duran menos nuestras impresoras u ordenadores? El concepto de obsolescencia programada hace referencia a que las empresas programan el fin de la vida útil de sus productos de forma predeterminada, aunque es un concepto no oficialmente aceptado todavía.

"El concepto de obsolescencia programada hace referencia a que las empresas programan el fin de la vida útil de sus productos de forma predeterminada."

¿Por qué las empresas hacen productos que duran poco?

Cuando una empresa fabrica impresoras (por dar un ejemplo) y las programa de tal forma que queden inservibles al cabo de x años, se asegura que cada determinado tiempo volverá a tener encargos por parte de sus distribuidores y compradores.

Por medio de distintas técnicas tecnológicas, se cree que la casi la totalidad de productos electrónicos de hoy en día están programados para "morir" en una fecha determinada, es lo típico que nos pasa cuando al cabo de unos dos o tres años el móvil empieza a funcionar mal, carga más lento las aplicaciones, le cuesta encenderse, etc.: ha caído en fase de obsolescencia programada, y por tanto, se deberá desechar en poco tiempo.

Problemas de fabricar productos con una vida útil corta

Los residuos originados por medio de esta práctica empresarial tan poco ética son el principal problema a destacar, considerando también que muchos de esos residuos tecnológicos contienen componentes no degradables y/o altamente contaminantes: plástico, baterías de plomo, polipropileno, etc.
Por dar un ejemplo, de los dos millones y medio de toneladas de plomo que se generan de forma anual en el mundo, el 75 por ciento se destina a fabricar baterías, utilizadas en productos tecnológicos o electrónicos como teléfonos, ordenadores, automóviles... En otras palabras, en productos destinados a quedar obsoletos.

Entonces, ¿por qué nadie hace nada para parar este despropósito? ¿Por qué el consumidor debe desembolsar dinero cada cierto tiempo para volver a adquirir el mismo producto?. Pues, porque de forma oficial aún no ha sido reconocido que las grandes empresas fabriquen con el concepto de programación determinada en mente.

Existen distintos documentales e investigaciones al respecto, pero aún no es algo que se haya podido demostrar, y actualmente la sociedad está dividida entre aquellos que desmienten este concepto y otros que defienden que claramente existe.

Productos no programados para morir

Por el motivo que sea, son pocas las empresas que tienen los medios necesarios para sacar a la luz productos no afectados por la obsolescencia programada.
Un ejemplo podría ser las empresas que fabrican bombillas eléctricas que deberían durar casi toda la vida (de hecho tienen garantía de 25 años). Pese a que el costo es bastante superior a sus homólogas convencionales, si de verdad duran cientos de miles de horas, entonces la inversión habrá sido provechosa.