Huevos de colores teñidos con cebollas

Te presentamos una técnica natural y original para teñir los huevos con cebollas y decorar los más diversos platos.

Huevos de colores teñidos con cebollas

Cáscaras de cebollas para teñir huevos

En esta nota te presentamos una idea genial para servir huevos cocidos con un color especial, ideal para festividades. Con las pieles de cebolla podremos teñir distintos objetos para hacer un efecto de colores único y completamente natural.

Necesitaremos las pieles externas de las cebollas. Puedes usar de cualquier especie, aunque las amarillas (las de piel amarronada) serán mejores, pues son más oscuras y logrará un color de tintura más marcado.

Busca pieles de buen tamaño, aunque puedes solaparlas para recubrir bien el huevo o el elemento que vayas a teñir con esta técnica.

También hará falta retazos de tela, de preferencia de algodón y blancas para evitar contagiar los colores, bandas elásticas o hilo de algodón, los huevos o elementos que vayas a teñir, y una olla con agua limpia que puedas llevar al calor de la hornalla.

"Con las pieles de cebolla podremos teñir distintos objetos para hacer un efecto de colores único y completamente natural."

Cómo teñir huevos de colores

Si vas a teñir huevos para servirlos, tómalos crudos, o bien cocidos para usar sólo sus cáscaras (puedes usar la cáscara vacía si prefieres). Recúbrelos con dos a tres capas de piel de cebolla, asegurándote de que no queden áreas sin tapar. Luego, envuelve cuidadosamente en la tela blanca, y cierra fijando bien con las banditas elásticas.

"Si vas a teñir huevos para servirlos, tómalos crudos, o bien cocidos para usar sólo sus cáscaras."

Ya envueltos todos los huevos o elementos, lleva la olla al calor hasta que el agua comience a hervir, y con cuidado, coloca de a uno en el agua hirviendo, dejándolos por unos 10 a 15 minutos. Llena otra olla con agua fría, y ve retirando los elementos de a uno del agua caliente para llevarlos al agua fría y permitir que se climaticen.

Déjalos un minuto allí, y luego colócalos sobre una tela o repasador para escurrir bien el agua. Finalmente, desenvuelve de los trapos y las pieles, descartándolas, y verás el bello color que han tomado tus huevos cocidos o lo que hayas decidido teñir con esta simple y natural técnica.