Cómo limpiar y guardar los acolchados

Con el fin del a temporada fría llega el cambio de ropa blanca. Debemos limpiar conservar bien el acolchado para que podamos disfrutar de su calor el próximo año.

Cómo limpiar y guardar los acolchados

Cómo guardar el acolchado

Antes de que finalice la época fría, debemos ir anticipándonos a la limpieza y la guarda de las piezas de abrigo. El acolchado que usamos en el invierno no es el mismo que el que usamos en verano, por eso debemos asegurarnos de contar con una guarda adecuada, para poder aprovecharlo el próximo año.

Cuando termine la época fría, retira el acolchado de la cama, y sacúdelo vigorosamente (quizás con la ayuda de alguien, para facilitar la tarea) para eliminar pelos de mascotas y otras suciedades. Asegúrate de hacerlo en el exterior. Si puedes, tiende el acolchado en una soga en el patio, y golpéalo enérgicamente de ambos lados con algún instrumento adecuado, para terminar de sacudirlo.

Ahora sí, podemos enviarlo a la tintorería, o podemos lavarlo nosotros mismos.

"Guarda el acolchado con una bolsita de tela y unas flores de lavanda dentro, para protegerlo de las polillas de manera natura."

Cómo lavar los acolchados

Si lo vamos a hacer nosotros, debemos mezclar agua tibia con un jabón en polvo o líquido adecuado para el lavado a mano. Limpiaremos casi en una técnica de lavado en seco, frotando apenas sobre las manchas visibles con un trapo embebido apenas en esta solución. Si no fuese demasiado mullido y contamos con un lavarropas adecuado, podremos darle una lavada automática, si el acolchado así lo permitiese.

Luego de haber dejado secar completamente (para mayor seguridad, dale dos días de secado), doblamos prolijamente y guardamos dentro de un contenedor plástico, en lo posible con una bolsita de tela y unas flores de lavanda dentro, para protegerlo de las polillas de manera natural. También se puede usar laurel, o bolitas de naftalina, aunque el primero es menos efectivo y las segundas dejan un indeseable olor en las prendas y en los blancos que guardamos.

En el mercado también encontraremos bolsas de guarda de ropa y blancos que se contraen al ser vaciadas de aire. Colocaremos dentro de estas bolsas (con cierre hermético) el acolchado o las prendas que queramos guardar, y con la ayuda de una aspiradora común, sujeta a una boca de escape que posee la bolsa en su superficie, las vaciamos del aire interno, por lo que se minimiza el espacio necesario para su guarda y se protegen aún más.