Qué olla elegir para cocinar a gas

Los recipientes que escogemos para cocinar darán como resultado sabores y diferentes, por la distribución del calor y otras características. Por eso, es importante saber qué ollas son las más adecuadas para la cocción a gas.

Qué olla elegir para cocinar a gas

Las mejores ollas para cocinar a gas

La mayoría de los hornos de nuestros hogares funcionan a gas natural. Si tienes horno de convección u horno eléctrico, has de elegir fuentes y moldes metálicos de buen grosor, o también moldes de silicona para hornos. Pero si estás buscando los elementos específicos y más adecuados para tu cocina y horno a gas, no dejes de leer estos contenidos.

"En lo que respecta para cocción a gas, el hierro fundido, el acero inoxidable, el aluminio y la arcilla o el barro son los grandes elegidos."

Cómo funciona la cocción a gas

En las cocinas a gas, la llama entra en contacto directo con el elemento de cocción, el cual, a su vez, entra en contacto directo con los alimentos. Contar con ollas, sartenes, fuentes y moldes adecuados para las cocinas a gas será, entonces, imprescindible para lograr cocciones parejas, sin que los alimentos se peguen o se quemen producto del calor excesivo de los puntos de contacto.

También es importante recordar que los elementos de cocción, al entrar en contacto directo con la llama (y recibir un calor enorme de manera directa) pueden alterar el sabor de nuestros alimentos, e incluso transferirles residuos o "huellas" indeseadas. Por eso, debes elegir los elementos de cocción adecuados para cocinas y hornos a gas.

Recipientes para la cocción a gas

En lo que respecta para cocción a gas, el hierro fundido, el acero inoxidable, el aluminio y la arcilla o el barro son los grandes elegidos, junto a algunos materiales innovadores.

Ollas de hierro fundido: Son los elementos de mayor duración. Son pesados y voluminosos, pero valen su peso en oro, pues este grosor evita el calor excesivo a los alimentos y, también, el hierro esparce su propio calor por toda su superficie, conduciéndolo también por las paredes y hasta la tapa, preservándolo por mucho tiempo.

Las ollas de hierro son las elegidas para confituras, frituras, guisos y estofados, pues elevan gradualmente la temperatura. No se los recomienda, sin embargo, para cocciones ácidas.

Prefiere los elementos de hierro fundido esmaltado, para evitar la oxidación del elemento y la contaminación de alimentos, o también las tareas de mantenimiento para evitar la oxidación.

Ollas y sartenes de acero inoxidable: Los recipientes de acero inoxidables son resistentes, de larga duración, y propician una cocción más rápida. Son adecuados para preparaciones menos voluminosas, pues su calor se concentra mayormente en la base y, luego, al retirar del fuego, se enfrían muy rápidamente. Ya que el acero inoxidable es susceptible a rayones, utiliza utensilios de madera, de teflón o siliconas, evitando los metálicos y los filosos.

Recipientes de arcilla y barro: Las ollas y sartenes de arcilla y barro son las más tradicionales, ideales para alimentos de cocción lenta como sopas, caldos, guisados y estofados. Son algo pesados y frágiles ante golpes, pero bien cuidados estos elementos pueden durar por muchos años. Conviene elegirlos esmaltados, asegurándose de que sean de buena calidad para que el esmalte no se desprenda con el uso.

"Las ollas de hierro son las elegidas para confituras, frituras, guisos y estofados, pues elevan gradualmente la temperatura."

Ollas de aluminio: Los elementos de aluminio son los más livianos de la serie, por ende fáciles de limpiar y mantener. Pero también se trata de un elemento que es vulnerable a los daños, pudiendo desprender residuos o "dejar huellas" en los alimentos. Por eso, se recomienda el aluminio para preparaciones que no necesitan ser removidas o cortadas, como tartas o bizcochuelos al horno.