Cómo Aprender a Bailar

Resulta difícil explicarlo con palabras, y no intentamos hacer un curso acelerado para ser el bailarín del año. Igual, veremos algunas nociones para iniciarse en la pista de baile, con mucha práctica y actitud.

Cómo Aprender a Bailar

Consejos para aprender a bailar. Aprender a bailar sintiendo el ritmo. Pasos característicos de diferentes estilos de música.

Algunas nociones para aprender a bailar

Hay quienes nacen con el don de las danzas y la docilidad corporal, y quienes tienen más parecido a un poste que a un junco. Lo cierto es que el don natural de bailar no puede ser aprendido, pero sí pueden serlo las técnicas, pasos, coreografías y trucos que te harán ver como si fueses un bailarín nato, aún si eres un claro ejemplar del tronco.

Cada baile pertenece a un ritmo. Desde el tango hasta el vals, desde la cumbia hasta el candombe, y desde el rock hasta la murga. Cada ritmo tiene su propia frecuencia, detectable en la percusión o en la rítmica de cada canción. Así, diferenciamos tiempos en grupos de a dos o cuatro, medimos las frecuencias del golpe de los bombos, y observamos las notas pronunciadas para conocer el ritmo, aunque no sepamos su nombre. Y luego, aplicamos los consejos y las técnicas aprendidas, para bailar como si lo hubiésemos hecho toda la vida.

"Una manera sencilla de aprender a bailar las danzas más clásicas y tradicionales es seguir el guión, ya sea mediante dibujos, marcas en el piso, o imaginando círculos."

Aprendiendo cada paso

Cada estilo de música, cada variante, cada ritmo tiene sus propios pasos característicos. Una manera sencilla de aprender a bailar las danzas más clásicas y tradicionales es seguir el guión, ya sea mediante dibujos, marcas en el piso, o imaginando círculos, remolinos y cuadrados en el suelo, que vamos siguiendo con los pies, a partir de los designios básicos de cada tonada.

Cada estilo tiene una base. Por ejemplo, en el tango el paso de base es un cuadrado, que se comienza a recorrer siempre con la pierna izquierda de la mujer hacia adelante, le sigue la derecha hacia delante y a la derecha, le sigue la izquierda hacia la derecha y atrás, la derecha se une quedando por delante de la izquierda apenas, la izquierda retrocede para liberarse y se traslada a la izquierda, volviendo así a la posición inicial.

Tan sólo manejando las mecánicas de este paso de base puedes bailar toda una pieza de tango de manera sencilla, dando los retoques y firuletes conforme vayas aprendiéndolos.

Aprender a bailar es una tarea más complicada de lo que parece. Aunque puedes empezar a practicar por ti mismo si quieres ir un paso más allá y convertirte en un buen bailarín para poder destacar en cualquier evento social siempre es recomendable acudir a un centro de enseñanza de baile. Estos centros especializados te ayudarán notablemente a mejorar tu nivel y además te permitirá conocer gente.

Aprender a bailar sintiendo el ritmo

En lo que respecta a bailes menos tradicionales, como los de las discotecas, en fiestas y eventos, el secreto es seguir el ritmo a la música. Escucha con atención y descubre el ritmo (el bum bum que marca los tiempos en cada canción). Luego, mueve tu cuerpo sutilmente, sin movimientos exagerados, dejando los brazos algo doblados y relativamente cerca del cuerpo. Las piernas pueden acompañar, moviéndose una a una hacia la derecha y la izquierda en un espacio no mayor a los 30 cm de separación. Si te cuesta hallar el ritmo, intenta seguirlo con chasquidos, u observa las cabezas de los presentes que no estén bailando: verás que siguen el ritmo de la música como asintiendo. Esto puede ayudarte a encontrar el ritmo de la canción.

"Cuando estés solo en casa, practica bailar frente a un espejo, y pide a tu pareja o a algún amigo de confianza que baile contigo."

Cuando no eres un bailarín nato, debes evitar el intentar hacer pasos o movimientos llamativos, pues es más probable que termines en el piso a que los logres en verdad. Cuando estés solo en casa, practica bailar frente a un espejo, y pide a tu pareja o a algún amigo de confianza que baile contigo, corrigiéndote cuando hagas gestos extraños o cando te salgas del ritmo. Así, en menos tiempo de lo que imaginas, estarás conquistando las pistas de baile, sin risas por detrás y sin vergüenzas al hacerlo.