Cómo dejar la cristalería reluciente

Para preparar una mesa esplendorosamente elegante, necesitas fajinar la cristalería, es decir, dejarla reluciente y brillante.

Cómo dejar la cristalería reluciente

Cómo tener la cristaleria siempre limpia

A la hora de preparar una mesa elegante, para agasajar a nuestra pareja, a nuestra familia o quizás a nuestros amigos, todos los elementos deben ser dispuestos según los designios del protocolo, en busca de comodidad y practicidad. Sin embargo, hasta la más cuidada y planificada disposición de una mesa elegante, con todos sus elementos, quedará opacada si la vajilla tiene manchas y, en especial, si las copas y los cristales están sucios.

Consejos para la limpieza de la vajilla

  • Para evitarlo, siempre repasa la vajilla con algodones húmedos en alcohol, al igual que los cubiertos metálicos, evitando tocarlos con las manos desnudas luego. Cuida de que el mantel sea el indicado según el diseño de la vajilla, asegúrate de que no tenga pliegues del planchado o arrugas.
  • Prepara también un bello centro de mesa, acomoda las servilletas y, al último de todo, justo antes de que lleguen los invitados, llega el momento de fajinar la cristalería para que esté reluciente. Se trata de una actividad muy veloz, por lo que podremos hacerla a último momento, evitando que aparezcan nuevas manchas en las copas antes de que lleguen los invitados.
  • Fajinar las copas es limpiarlas y hacer brotar de ellas un brillo magistral. Las copas, por su composición de cristal o vidrio, reflejan la luz del ambiente y, por ello, capturan sutilmente nuestra atención. Además, al ser incoloras o translúcidas, no permiten disimular ningún imperfecto, en especial en lo que respecta a su limpieza. Y es que a veces la copa está limpia, pero durante el secado o el guardado, incluso al tomarlas para colocarlas en la mesa, adquieren marcas que luego comprometerían toda la apariencia de una mesa que debería ser hermosa y libre de desperfectos.
  • Comienza por seleccionar la cristalería que dispondrás en tu mesa de agasajo. Reúne las copas de vinos, la de agua, la de cava o espumante, y también los vasos de cristal si los hubiera. Asegúrate de que todas las copas estén sanas, sin picaduras, imperfecciones o detalles. Pasa la yema del dedo índice (el dedo más sensible) por el reborde superior, asegurándote de su buen estado. Puedes cerrar los ojos para que la percepción táctil se incremente.
  • Luego, dispón un trapo absorbente en la mesada de la cocina, y lava las copas con agua muy caliente, en especial durante el enjuague. Asegúrate de enjuagar bien, para que no queden restos de jabón en el cristal. Mientras enjuagas, coloca las copas boca abajo en el trapo absorbente. Ni bien termines de enjuagar la última copa, toma paños de algodón limpio, que no deje pelusas, y seca velozmente las copas, comenzando por la primera que enjuagaste. Procura tomar las copas con el trapo todo el tiempo.
  • Sin apoyar tus dedos en la cristalería (quizás usando guantes de algodón), toma un trapo seco, limpio y suave y humedécelo en alcohol fino medicinal. Repasa la copa por dentro y por fuera, e inmediatamente después repasa con el trapo seco, usando el otro extremo del género. Sin tocar el cristal, lleva la copa a su precisa ubicación en la mesa, dejándola ya lista para recibir a tus agasajados.