Cómo comportarse en una visita a una reserva animal abierta

Veamos algunas consejos para que nuestra visita a una reserva animal abierta sea agradable y segura.

Cómo comportarse en una visita a una reserva animal abierta

Diferencia entre visitar un zoológico y una reserva

A diferencia de nuestra visita a refugios, reservas de animales en cautiverio y zoológicos, en las reservas animales abiertas el peligro se redobla si no conocemos y respetamos las adecuadas pautas de conducta.

Pautas de conducta en una reserva abierta

  • En una reserva abierta suele haber un sendero o un circuito predeterminado, que debemos seguir con precisión, ya que estos nos indican un camino seguro y adecuado que nos protegerá y servirá para aprovechar nuestra visita.
  • Si estuviésemos visitando una reserva sin senderos marcados, la mejor idea es consultar a los responsables del lugar al respecto, ya que de este modo evitaremos ingresar a sectores peligrosos, permaneciendo en las zonas habilitadas para visitas.
  • En cualquier tipo de reserva animal, ya sea en cautiverio o abierta, debemos respetar los vallados de seguridad. Aunque nos gustaría estar más cerca de los animales, las rejas y vallas han sido colocadas, ante todo, por nuestra seguridad. No debemos tocarlas ni reclinarnos sobre ellas, y debemos mantener a los niños alejados de las mismas, ya que ellos podrían atravesarlas con sus manos, poniéndose en peligro.
  • En el caso de que no existan vallas de seguridad, procuraremos mantener una distancia segura entre el animal y nosotros. No queremos perturbar a los animales ni queremos ponernos en peligro, y podemos disfrutar igual si nos paramos a metros de distancia.
  • Tanto en los refugios de cautiverio como en las reservas abiertas, contaremos con el asesoramiento de guías y encargados que sabrán informarnos sobre los animales y especies vegetales que encontremos allí. Ellos también nos podrán asesorar sobre las medidas de seguridad y sobre las pautas de conducta establecidas, para que el disfrute de la visita sea mayor.
  • Otro punto de interés es respetar los horarios de visitas, en todo tipo de recintos con animales. Cuando se cierran las puertas al público, los animales suelen ser alimentados, por lo que debemos visitar el lugar en horarios establecidos, para no exponernos a peligro alguno y para no molestar a los animales.
  • Finalmente, si acudimos a un lugar y los animales se hallan descansando, no debemos molestarlos para despertarlos. No se trata de animales entrenados para entretener a sus visitas, sino de seres capaces de reaccionar ante un agravio. Por lo tanto, debemos permanecer alejados y respetuosos, instruyendo también a nuestros niños a no gritar ni arrojarles cosas.