La importancia de respetar las reglas y poner límites a los niños
Todos los niños deben ser educados de modo que entiendan lo que se puede y lo que no se puede hacer. Poner límites es importante, y hacerlos respetar aún más.
Hay mamás que no desean educar a sus hijos con manuales de la vieja escuela, pero a veces se ven seriamente superadas por la desobediencia del niño
Niños desobedientes, ¿mamás desbordadas?
Como madre, seguramente sabes lo difícil que es lidiar con un niño que desobedece todo el tiempo, que no responde a tus indicaciones y advertencias. Sabes lo difícil que es ejercer la autoridad para que tu familia y tu hogar no se conviertan en un caos cuando uno de tus hijos está empecinado en superar todos los límites impuestos.
También te puede interesar...
Cómo actuar ante la curiosidad de nuestros hijos
Muchos especialistas han interpretado esta demanda de las mamás que no desean educar a sus hijos con manuales de la vieja escuela, que mantenía una férrea distancia entre niños y adultos, mamás que no desean culpabilizar a sus hijos -con nalgada o sin nalgada- pero que a veces se ven seriamente superadas por la fuerza de voluntad del pequeñín, que no cesa en provocar la reacción.
Muchos de estos investigadores se han preguntado ¿para qué sirve un castigo? y la mayoría distingue la diferencia entre "sanción" y "castigo". No es lo mismo aplicar una sanción que castigar.
Diferencias entre sanción y castigo
Una sanción se aplica cuando se viola una regla fija, establecida en función del hogar y de la familia y que tu hijo no respeta. Tu hijo no sigue la regla, es sancionado, y sabe o debe saber que será así indudablemente: violación de la regla = sanción, sin “peros” de ningún tipo, ni tampoco con la dinámica de "hoy viola una regla y lo dejo pasar, mañana la viola y es sancionado con todo el rigor de la ley".
El castigo se diferencia de la sanción porque su fin último es como el de antaño, "enderezar" al niño que "crece torcido"; no es una cuestión de educación.
El castigo genera (y los padres que lo aplican lo saben) miedo y humillación, desvaloriza a tu hijo -quizás sepas de qué estoy hablando porque lo sufriste como hija- y puede tener repercusiones serias en el desarrollo de la personalidad.
La importancia de respetar las reglas
Tu hijo necesita crecer en un mundo ordenado y fijar reglas estrictas desde el principio, es fundamental para que más tarde no necesiten ser explicadas una y otra vez.
Hora para ir a dormir, permiso para ir a jugar al jardín, objetos que se pueden tocar y objetos que no se pueden tocar... pequeñas pautas que deben ser internalizadas desde "siempre" y que no son para tu tranquilidad o que se establecen, únicamente, para que la familia pueda funcionar ordenada.
Las reglas sirven para que tu hijo pueda crecer y madurar en un contexto estructurado, con un encuadre que le permite reconocer límites y no sentirse a la zozobra en un universo infinito. Cuando un niño crece sin límites, lamentablemente, los límites los ponen los de afuera y, generalmente, es mucho más violento para él.
También te puede interesar...
Cómo enseñar a los hijos a tratar a los demás con respeto y buenos modales
Debes hacer respetar las reglas de tu hogar y aplicar las sanciones necesarias para que tu hijo sepa que las reglas deben seguirse, y que el irrespeto de las mismas ocasiona consecuencias no deseadas.
No hay nada peor en la educación de los niños que una sanción no aplicada, ya que el niño va a sentirse impune con respecto al respeto de las reglas.