Cómo hacer Torta Invertida

La base del bizcochuelo

Para el bizcocho de la torta invertida puedes usar la receta que más te guste, e incluso usar uno de caja. Elige uno cuyo sabor combine con el de la fruta que usarás para la cobertura, de modo que el pastel volteado no sólo resulte llamativo, sino también absolutamente tentador.

Si no tienes una receta de bizcochuelo preferida, a continuación te dejamos una muy fácil que podrías usar para lograr un bizcocho esponjoso, húmedo y delicioso.

Ingredientes y preparación del pastel volteado

• 3 huevos
• 1 taza de azúcar común
• 1 taza de harina común
• 1 cucharada de polvo de hornear
• 1 copita de oporto u otro licor (sustituye por café o café mezclado con almíbar, si prefieres)

"Para hacer la cobertura del pastel volteado usa tu fruta preferida, procurando que tenga una consistencia más bien firme."

Primero separa las yemas de las claras, y bátelas a punto nieve. Aparte, pon las yemas en el vaso de la batidora, y mezcla a velocidad media. Cuando se vean claras y bien integradas, agrega lentamente el azúcar, mientras sigues batiendo hasta que ya no sientas los cristales de azúcar. Añade el café o el oporto en el último minuto del batido, y también esencia de vainilla, agua de azahar o el aromatizante comestible que quieras (esto es opcional, mira abajo la nota sobre los sabores).

Ahora, agrega la harina mezclada con el polvo de hornear, lentamente y tamizándola, hasta que todo quede muy bien integrado. Ya listo, retira de la batidora, y usando una espátula, integra las claras batidas a nieve en movimientos envolventes.

Si quieres hacer bizcochuelo de dos sabores, en este punto sólo divide la preparación y agrega a una mitad esencia de vainilla (por ejemplo), y a la otra café soluble o cacao amargo en polvo.

Cómo armar la torta invertida

Primero precalienta el horno a temperatura moderada, y prepara un molde desmontable para facilitar el desmoldado del pastel volteado. Si no tienes uno, simplemente cubre el interior de un molde común con papel de hornear, engrasándolo.

Para hacer la cobertura usa tu fruta preferida, procurando que tenga una consistencia más bien firme (como piña, manzana, melocotones firmes u otras frescas o de conserva), o sino elige frutas cítricas peladas y sin semillas. Lávalas, quítales la cáscara y el corazón o las semillas.

Luego, córtalas en rebanadas de aproximadamente el mismo tamaño. En el caso de piñas, divide en porciones de no más de un centímetro de espesor, y si usas manzanas o melocotones, pártelos por la mitad y luego en rebanaditas de 5 mm de espesor, aproximadamente. Si vas a usar frutas enlatadas para tu pastel invertido, escúrrelas primero y usa el almíbar para el bizcochuelo si quieres, integrando así los sabores.

Prepara el molde del pastel engrasándolo con mantequilla, y pon una capa de azúcar blanco (aproximadamente 1,5 centímetros de espesor) bien esparcida al fondo. Para una cobertura oscura y más firme, lleva el molde con el azúcar al horno para formar un caramelo (o prepara uno oscuro en la cocina, y vuélcalo en el molde engrasado antes de verter el resto de la preparación). Si quieres una cobertura más simple, sólo engrasa el molde y pon no más de 1 centímetro de azúcar blanco en la base.