Cómo hacer Rotuladores Comestibles
Aprende una manera muy fácil de hacer marcadores comestibles, para decorar tus comidas y postres de un modo seguro y sumamente original.
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Para hacer estos rotuladores comestibles, los marcadores que uses deben ser no tóxicos y de tinta lavable.
Cómo Crear Marcadores Comestibles
Con una técnica muy simple puedes hacer en casa unos geniales rotuladores comestibles que escriben y dibujan sobre cualquier alimento, y también sobre la vajilla para decorar tus platillos, de un modo seguro para cualquier persona. Estos marcadores son geniales para dibujar sobre los glaseados firmes, pero con algo de paciencia también puedes usarlos sobre panificados, quesos, hasta carnes y cualquier otra superficie que quieras decorar con color y muchísima originalidad.
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Lista de materiales
Para hacer tus propios marcadores comestibles necesitas 1 paquete (o al menos, 1 unidad) de rotuladores comerciales regulares (también conocidos como fibras o fibrones). Verifica que indiquen en su envase ser no tóxicos y también lavables, en el color que quieras. Pueden ser nuevos o viejos, pero asegúrate de que cumplan con esas dos condiciones.
También es necesario abrir el tubo plástico del marcador por el extremo inferior. Busca los que tengan una pequeña tapa plástica, y no los que sean de un solo cuerpo sellado. Además, consigue lo siguiente:
- Colorantes vegetales de uso alimenticio, comerciales o hechos en casa, del color que quieras. Si sólo tienes colorante en pasta, dilúyelo en unas gotas de agua, pues para este trabajo necesitas que estén líquidos.
- Un par de pinzas (opcional, para abrir los extremos de los marcadores que sean demasiado duros)
- Guantes de látex
- Un contenedor descartable
"Estos marcadores comestibles son geniales para dibujar sobre los glaseados firmes, y con algo de paciencia sobre panificados, quesos, hasta carnes y cualquier otra superficie."
Con estos geniales rotuladores comestibles tus glaseados y bocadillos quedarán con más detalle y definición.
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Pasos para hacer los rotuladores comestibles
Lo primero será preparar tus materiales en la mesa, ponerte los guantes de látex y, con la ayuda de las pinzas, quita la tapita del extremo de los rotuladores que vayas a convertir. Dando algunas sacudidas, quita la almohadilla, que es el tubito afelpado que hay dentro de los rotuladores, donde está la tinta.
Coloca el contenedor debajo del grifo y abre el paso de agua suavemente, logrando un pequeño hilo constante que vaya cayendo dentro del cuenco. Pon la almohadilla debajo del hilo de agua, de modo que vaya quitándole la tinta, hasta que quede blanca y perfectamente limpia. Ya listo, repite la operación con la pluma (la punta del marcador, que escribe), haciendo pasar el agua desde adentro y hacia afuera. Ya que es un rotulador no tóxico y lavable, la pluma también debería quedar blanca. Verifica que ya no escriba al pasarla por un papel blanco u otra superficie.
Importante: Necesitamos asegurarnos de que sean marcadores de tinta lavable, para poder retirarla y reemplazarla por los colorantes. También es imprescindible que sean no tóxicos, pues esto nos indica que ninguna parte de los rotuladores es peligrosa para el contacto y consumo humano, incluyendo tinta, almohadilla, pluma, cuerpo plástico ni ninguna otra.
Toma la almohadilla y observa ambos extremos. Uno será liso y el otro ahuecado. Sin dejar secar y trabajando desde el lado ahuecado, comienza a verter gota a gota el colorante vegetal gastronómico dentro de la almohadilla. Ten cuidado para que no se desborde y también algo de paciencia, manteniendo la almohadilla en vertical para que el colorante vaya siendo absorbido (te recomendamos trabajar sobre una servilleta de papel o, mejor aún: sobre el contenedor descartable). Si tu colorante fuera en gel o pasta, puedes diluirlo en agua y trabajar con un gotero o una jeringuilla sin aguja, para facilitar el llenado de la tinta comestible.
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"Es imprescindible que los rotuladores no sean tóxicos. Verifica que ninguna parte sea peligrosa para el contacto y consumo humano, incluyendo tinta, almohadilla, pluma, cuerpo plástico, etc."
Vuelve a insertar la almohadilla con el lado ahuecado hacia la pluma (la punta que escribe en el rotulador), asegurándote de que queden en contacto. Vuelve a colocar la tapa, y deja el marcador comestible en punta para que el colorante empape la pluma.
Ya listo, podrás conservarlos en la nevera o usarlos sobre tus pasteles, glaseados firmes, para decorar tus platillos (y hasta los platos) de un modo seguro, con estos geniales marcadores comestibles caseros.