Qué hacer cuando perdemos un trabajo
A nadie le gusta estar sin trabajo, pero quedándonos con la pena no lograremos nada por superar esta difícil situación. Es mejor mantener la calma, asimilar el golpe y estar atento a las nuevas ofertas.
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Cómo actuar si pierdes tu trabajo
El trabajo es mucho más que una fuente de ingresos; es un motivo de bienestar, es una excusa de planificación, es dignidad e integración en la sociedad en la que residimos. Por eso, perder un trabajo puede ser motivo de enorme angustia, temores y pesares en cualquier persona, en especial si está a la cabeza de una familia y tiene dependientes.
Pero no debes desesperar, sino mantener la calma y analizar tus opciones para lograr salir a flote de la manera más provechosa.
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Tómate tu tiempo para asimilar la situación
Si pierdes tu trabajo un día lunes, seguramente querrás estar trabajando en un nuevo puesto el día martes. Es normal y hasta beneficial tener este impulso, pero recuerda que la paga y la tranquilidad llegarán con el tiempo.
Tómate uno o dos días más para analizar tus opciones, sin caer presa de la desesperación ni tomar decisiones que luego pudieras lamentar.
No tener más tu trabajo te deja en angustia, con miedo, desesperado por conseguir un nuevo empleo que asegure tu bienestar financiero. Pero esto no significa que debas tomar la primera oferta que recibas. Analiza la situación, tus opciones, mira qué es lo que el mercado tiene para ofrecerte.
Evita estar desesperado
Nada gusta más a los contratadores inescrupulosos que una persona desesperada. La desesperación es mala consejera, y es la puerta abierta a que personas con pésimas intenciones se abusen de tu necesidad, con un empleo de mayores exigencias al anterior y por menor paga.
Debes tener siempre en mente tus capacidades, tu experiencia laboral, y tu situación de vida actual, para poder elegir un trabajo que se adecue a ti y a tus condiciones, y no a la inversa.
Seguro que adaptarse a un nuevo puesto y a una nueva empresa es una necesidad, pero aquí nos referimos a no bajar el nivel ni aceptar peores puestos sólo por urgencia.
Activa tu red de contactos
Si pierdes tu empleo debes echar mano a tu red de contactos. Deja saber que estás buscando nuevos horizontes (no vayas por ahí diciendo que fuiste despedido, sino que buscas un cambio de rumbos), y escucha las ofertas que tengan para darte. Tus conocidos y quienes sepan de tus capacidades laborales sabrán aconsejarte y comentarte qué empresas están contratando, o algunas buenas ideas para lograr una subsistencia financiera acorde a tus capacidades.
"No tener más tu trabajo te deja en angustia, con miedo, pero esto no significa que debas tomar la primera oferta que recibas."
Si puedes, ordénate para tomarte el resto del mes libre. Dedícate a analizar lo sucedido, a asimilar la nueva situación y a mantener la calma. Escucha todas las ofertas disponibles, para tomar la mejor de las decisiones, sin apresurarte ni dejarte vencer. Un mejor trabajo te espera a la vuelta de la esquina, pero si te quedas en mitad de la manzana, nunca sabrás de qué se trata.