Cómo hacer que el niño haga la tarea
Ante la queja y el berrinche, es mejor tener bien en claro un plan para acostumbrar al niño a hacer su tarea.
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Cómo hacer que el niño haga los deberes de la escuela
Nada más al empezar el curso escolar, es habitual que el profesor mande a sus alumnos tarea para hacer en casa, y aunque no es una cosa que les guste hacer, nosotros como padres o madres podemos ayudar a los niños a lograr que los terminen a tiempo. Caso contrario, se fomentan malos hábitos que pueden desembocar en fracaso escolar o abandono prematuro de los estudios, labrándose así un negro porvenir.
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El mejor lugar y momento para hacer la tarea
Realizar la tarea escolar en todas partes de casa nunca es una buena idea, porque el pequeño no llega a asociar ese hábito como estudio obligado, sino como trabajo que puede hacer donde, cuando y como le de la gana.
Así, es necesario fijar un lugar determinado para hacer la tarea, de su elección: puede ser cualquier habitación o sala, siempre que esté bien iluminada y alejada de ruidos o distracciones.
La hora del día también debe ser fijada de antemano, de otra forma, ya sabemos lo que pasa: "misteriosamente" los deberes son recordados justo antes de ir a la cama. Pese a que daremos libertad de elección, el momento más recomendable para hacer la tarea de la escuela es temprano, no mucho después de terminar la última clase presencial.
Darle atención al niño mientras hace su tarea
Una vez que ya se ha conseguido crear un hábito disciplinario en el niño para hacer la tarea de la escuela, resulta importante que al menos uno de los progenitores, o en su defecto un hermano mayor, se encuentre disponible por si el niño no entiende algún ejercicio. De esta forma, sentirá que su labor no es únicamente suya, dado que existen personas en las que confiar. Por otra parte, no conviene confundir esta práctica con la mala idea de hacerle los deberes al niño: además de no aprender, se malcriará y no valorará el esfuerzo hecho puesto que no proviene de él.
Leer un libro u ordenar las facturas de casa en presencia del pequeño, a la vez que éste realiza sus deberes, crea un sentimiento de fraternidad y proporciona más valor a la tarea del niño: todo el mundo en casa tiene una función particular, y la suya es la de estudiar y aprender.
"Nosotros como padres o madres debemos ayudar a los niños a formar el hábito de hacer la tarea."
Prohibido dar recompensas por hacer los deberes
Una cosa es que demos alguna recompensa esporádica a nuestros hijos con motivos de fechas muy señaladas, como por ejemplo su cumpleaños o la finalización de un curso académico con todo aprobado (cosa que pasa una vez al año), y otra muy diferente es que tratemos de sobornarlo para que haga los deberes. Un grave error, ya que el niño debe entender que es su trabajo diario, su obligación, y no una tarea optativa que en caso de realizarse acaba con un premio.