Cómo hacer Masajes para el Bebé
Te indicamos una serie de masajes para el bebé que lo ayudarán a calmar algunas molestias y llantos.
Con simples masajes y mimos puedes aliviar la angustia de tu bebé
Cómo hacerle Masajes al Bebé
El llanto es la mera comunicación de un bebé. Puede usarlo para decirnos que tiene hambre, frío, calor, alguna molestia, o simplemente que se sienta angustiado o adolorido en alguna zona de su cuerpito. Otras veces, el llanto del bebé sólo significa nervios, ansiedad, el temor de comenzar a comprender el mundo que lo rodea, la falta de esa persona cuya presencia es casi indispensable en su existir.
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Para tranquilizar este tipo de llanto sólo hay un remedio: amor. Aprende algunas simples masajes y mimos que aliviarán la angustia de tu bebé, con cariño y la intimidad que sólo tú sabes compartir con tu hijo.
¿Por qué masajes para el bebé?
El contacto físico entre los seres humanos es absolutamente necesario. Mucho más cuando conlleva una emocionalidad, una calidez reconfortante para el alma tanto como para el cuerpo. Los masajes para bebés ayudan a fortalecer el vínculo afectivo familiar, y logra una sensación de seguridad y protección capaz de calmar los temores más profundos en los pequeños, que aún no saben expresar con precisión qué es lo que se los causa.
"Los masajes ayudan a relajar a los bebés, tanto a nivel emocional como físico."
Los masajes ayudan a relajar a los bebés, tanto a nivel emocional como físico. El resultado de estas sesiones son menos llantos, sueños más reparadores, menos estrés y mayor bienestar, conllevando un aprendizaje más dedicado y una felicidad mayor.
A nivel interno, los masajes infantiles ayudan a que el bebé libere la hormona melatonina, responsable de regular el ciclo de sueño y descanso, y se reduce el nivel de la hormona cortisol, relacionada al estrés. Ambas son condiciones indispensables para un óptimo desarrollo.
Masajes para cada llanto del bebé
Para aliviar los cólicos de los bebés la técnica de masajes consiste en colocar al pequeño acostado, boca arriba, y hacerle mimos para calmarlo. Luego, toma sus piecitos y empújalos con suavidad, de modo de que las rodillas vayan hacia el pecho o a los lados del mismo. Hazlo varias veces, y luego tomen un descanso de mimos y caricias.
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Otro buen masaje es presionar unos 3 a 4 centímetros con las yemas de tus dedos en el vientre del bebé, en suaves movimientos circulares por los lados de su barriguita, en el sentido de las agujas del reloj. Recorre un círculo imaginario alrededor de su ombligo, a unos 10 centímetros de él. Cuando hayas dado una vuelta completa descansa, y verifica si es necesario repetir el masaje. Estas técnicas son también eficaces ante gases o estreñimiento.
Para prevenir o aliviar malestares relacionados al cuadro respiratorio, puedes masajear al bebé suavemente en su pecho, con una suave presión y movimientos circulares al frente y a los lados del tórax. Esto ayuda a drenar las mucosidades y secreciones, expulsar la flema y permitir una mejor respiración.
Un suave masaje con las yemas de tus dedos sobre los senos nasales, la frente y los pómulos, colaborará a desbloquear las vías respiratorias y será de gran alivio para tu pequeño.
Consejos al hacerle masajes al bebé
Siempre consulta con el pediatra antes de hacerle masajes a tu bebé, y recuerda practicarlos lentamente, con suavidad. Conforme tu hijo crezca, podrás ir aumentando gradualmente la presión, pero nunca debe ser suficiente como para causarle molestias.
"Siempre consulta con el pediatra antes de hacerle masajes a tu bebé, y recuerda practicarlos lentamente, con suavidad."
El ambiente de la sesión de masajes debe ser de paz (es decir: deja de lado tus propios nervios y evita hacerlos en los sitios ruidosos o demasiado iluminados), el clima debe ser cálido, y las técnicas se deben realizar directamente sobre la piel, para evitar fricciones de la ropa. Comienza siempre con mimos y caricias, palabras de amor y muchos besos, y luego ve incorporando los masajes para tu bebé: el cariño lo tranquilizará y lo hará más y mejor predispuesto a las técnicas.