Cómo hacer Kombucha de Sabores
¿Quieres olvidarte para siempre de los refrescos? Entonces aprende este paso a paso fácil para hacer té de kombucha gasificada con distintos sabores, ¡es muy fácil y rápido!
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Con este método podrás preparar kombucha de varios sabores. ¡Ya no querrás beber refrescos y sodas cargadas de químicos!
Kombucha de Distintos Sabores
Hacer kombucha de sabores es justamente lo que necesitas para este verano. Se trata de una bebida casi milagrosa que te da nutrientes esenciales, es rica en antioxidantes, y carga tus intestinos con bacterias beneficiosas que protegen el organismo y potencian tu salud, al mismo tiempo que disfrutas de algo refrescante, de sabor entre ácido y dulce, y con divertidas burbujas que te harán sentir el placer de cuidarte con sabor.
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Cómo hacer Kombucha
Preparar té de kombucha es fácil, cuesta poco dinero y puedes personalizarlo a tu gusto, eligiendo distintos endulzantes, tipos de tés, y hasta agregando a la mezcla jengibre fresco, limones, naranjas, hierbas frescas o secas, lo que quieras. Pero principalmente, hacerla casera te asegura que no tenga ingredientes ocultos. Las versiones comerciales de esta bebida agregan conservantes, saborizantes, colorantes y un montón de ingredientes que desconoces, algunos de ellos artificiales. Por eso, te recomendamos prepararla en casa y seguir el método que te contaremos aquí, para lograr una segunda fermentación repleta de burbujas saludables y distintos sabores.
Pasos para hacer té de kombucha
Primero, prepara la bebida de base tal como te explicamos en nuestro artículo "cómo hacer kombucha", y cuando haya pasado el tiempo adecuado para la fermentación, prepara frascos individuales o un gran contenedor (de vidrio si puedes, de unos 5 litros) esterilizando todo a la perfección. Para cada contenedor, pon 1/5 de su volumen en jugo natural de frutas (no los comerciales, cargados de químicos, sino jugo de frutas reales que extraigas y luego filtres). Usa el sabor que quieras o combínalos a gusto.
Agrega la kombucha original en el contenedor, dejando no más de 2 a 3 centímetros libres en la parte superior. Asegúrate de conservar al menos ½ taza de kombucha original apartada. Por sobre el líquido, posa el SCOBY (el "hongo” esencial para su fabricación), tomándolo con pinzas, cuidadosamente, y agrega por encima el kombucha que habías apartado antes, cubriendo el SCOBY.
"Hacer esta bebida casera te asegura que no tenga ingredientes ocultos, ya que las versiones comerciales agregan conservantes, saborizantes, colorantes y un montón de ingredientes que desconoces."
Recuerda que puedes hacerla a partir de cualquier tipo de té, y también agregarle especias, hierbas, frutas o lo que prefieras.
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Cubre el contenedor con gasa o con un filtro para café, sujeto con una banda elástica. Colócalo en la mesada, lejos del sol directo, en un sitio cálido (unos 21-22°C) por aproximadamente 7 días. Notarás una fermentación en la forma de geniales burbujas en el líquido. Ya listo, filtra a un contenedor hermético y conserva en el refrigerador hasta el momento de consumir. Conserva el SCOBY en buena guarda (por ejemplo, en una nueva tanda de la bebida).
En este punto puedes complementar los sabores agregando lo que quieras: jengibre fresco, limón, naranja, bayas, hierbas o especias a tu gusto. Sirve la bebida con hielo, y repite esta técnica para preparar kombucha en casa, gasificado tantas veces como quieras, ¡tu organismo te lo agradecerá!