Cómo hacer un invernadero casero

Hay muchas técnicas que podemos poner en marcha, dependiendo si haremos un invernadero en un cerramiento o aprovechando las plantaciones y cultivos que ya tengamos en el jardín. Por un lado, si tenemos ya los cultivos en la tierra, debemos proveer un ambiente de humedad y temperatura controlada.

Para ello, crearemos una estructura con varillas de madera o metálicas (también plásticas) para crear un espacio que contenga a las plantas de manera holgada, sin apretarlas para que se toquen entre sí ni al cobertor. El cobertor puede ser una tela plástica, (polietileno de baja densidad o cualquier plástico que sea impermeable y un poco grueso) que debemos colocar por sobre la estructura y sujetar con cintas para impedir el ingreso del aire frío, así como el escape de la humedad interior. Recordá fijarlo bien al suelo para impedir que ingrese el frío por allí.

Otra forma en la que podemos crear nuestro invernadero casero es hacer un bastidor o caja contenedora, dentro de la que colocaremos bien la tierra donde plantaremos los cultivos, o bien las macetas individuales. Este contenedor puede ser colocado en balcones, terrazas, azoteas, garajes u otros sin inconvenientes, ya que lo ideal es impedir que el invernadero tome contacto directo con el sol, ya que esto produciría una transpiración excesiva. Una mayor transpiración equivale a un alto grado de humedad, lo que amenazaría con pudrir los cultivos.

Para esta segunda versión de invernadero casero, crearemos el bastidor y las varillas que conformarán los laterales, de las que sujetaremos planchas de vidrio, acrílico, polipropileno o tela plástica translúcida u opaca. Luego, haremos una tapa móvil, que pueda ser levantada o retirada, con el mismo material de los laterales. Esto nos permitirá abrir la tapa del invernadero en los días más cálidos, para cuidar mejor de nuestras plantas, y también nos facilitará la tarea de cosecha o extracción de las hierbas y frutos del cultivo.