Cómo hacer un buen maridaje
Saber combinar los alimentos con el vino adecuado es una tarea que no requiere de grandes conocimientos. En esta nota te presentamos 5 claves para lograr un maridaje perfecto.
Cómo lograr un maridaje perfecto
Por Alberto Martínez, para Uvinum
Puede ser un trabajo agotador si eres anfitrión de una comida, pero aún si los expertos te hacen pensar lo contrario, el maridaje de vino se puede hacer de manera muy sencilla, y no necesitas conocimientos particulares o capacidades de súper héroe; sólo patrones esenciales sobre el vino para crear una armonía entre los sabores.
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Lo primero que tienes que saber es que los vinos, aún si están presentados como muy complejos, tienen aromas y sabores básicos relacionados con el tipo de uvas utilizadas para su producción. Por ejemplo, los vinos que se llaman ácidos son dulces o agrios. También existen vinos amargos con un efecto de arrugas en la lengua. El contenido de alcohol también cuenta mucho y el “bouquet” del vino depende del envejecimiento.
"Los consejos de los expertos pueden ser una buena fuente de inspiración para el maridaje, pero nadie puede conocer mejor que tú lo que te gusta."
A continuación, te presentamos 5 claves para lograr un perfecto maridaje.
5 claves para un maridaje perfecto
1. El vino tiene que gustarte
Los consejos de los expertos pueden ser una buena fuente de inspiración, pero nadie puede conocer mejor que tú lo que te gusta. Hay que encontrar algo que le guste a uno mismo, sin adaptar sus sensaciones a causa del último vino de moda.
2. Los vinos fuertes se sirven después de los vinos ligeros
Esta regla se aprende con experiencias desagradables: beber un vino ligero y darse cuenta de que no se siente nada en el paladar, por culpa del vino anterior. Para evitar este error, debes recordar esta regla básica: servir los vinos ligeros antes que los pesados.
3. Cuidar el equilibrio
Las comidas complejas deben estar acompañadas por vinos de sabores simples; por el contrario, los vinos con sabores y aromas ricos y complejos se maridan mejor con platos sencillos. Fíjate en los opuestos, como agridulce, y encuentra el equilibrio. Por ejemplo, una comida picante de Asia puede contrastar perfectamente con un vino dulce, como el Oporto Ferreira Lagrima.
4. Con cocina regional, vinos de la zona
Para completar una comida regional no hay nada más seguro que abrir una botella de la misma zona. Es una regla muy sencilla que tiene una lógica imparable: tradicionalmente, los platos se acompañaban con los vinos de la región. Una larga historia hizo el maridaje por nosotros, sin que tengamos que hacer nada.
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"Las comidas complejas deben acompañarse con vinos de sabores simples; y los vinos con sabores complejos se maridan mejor con platos sencillos."
5. Maridaje de vino y quesos
El queso picante, como el azul, se tiene que acompañar con vinos dulces para alisar el choque que pueden causar estos lácteos. Los finos o más suaves, como por ejemplo el cheddar, se maridan muy bien con los vinos tintos. Para un queso tan complejo como el de cabra se necesita un vino blanco seco.
Con un poco de anticipación, puedes transformar una cena en una encantadora obra de concordancia de sabores para tus invitados.