Hábitos del sueño: desde los 9 y hasta los 12 meses
A partir de los 9 meses, los pequeños ya son verdaderos príncipes y princesas, con sus actitudes, cambios de humor, y rutinas de sueño estructuradas.
A esta edad habrá comenzado a decir sus primeras palabras, y es normal que se aprovechen llamando a mamá y papá por las noches
El sueño nocturno y las siestas a los 9 meses
Pasados los 9 meses de edad, los bebés ya habrán incorporado un patrón de sueño nocturno completo, despertando sólo en algunas ocasiones, por temores, pesadillas, o para acomodarse en su posición. A lo largo del día, su descanso será de 14 horas o menos, dependiendo de sus preferencias y necesidades, durmiendo unas 8 a 10 horas por las noches.
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También seguirán tomando siestas a lo largo del día. Lo recomendable es que duerman a mitad de mañana, luego de comer y la hora de los juegos, durante no más de 60 a 90 minutos. Al mediodía, luego del almuerzo y algunos juegos, podrán tomar una siesta algo más prolongada, de unas dos horas, y una tercera siesta luego de la hora de jugar de la tarde. Esta última puede durar de una a una hora y media, y nunca deberá ser tomada luego de las 6 de la tarde, para propiciar el mejor descanso por las noches.
Vuelve a despertar por la noche
Hacia los 11 meses de edad, es bastante habitual que el pequeño vuelva a despertar por las noches, entre una y tres veces. Recuerda que es un período de gran aprendizaje cognitivo, y los sueños a menudo juegan malas pasadas. También ya habrá comenzado con su alimentación sólida, y sucede que, por mañas, los niños de esta edad a menudo sienten un poco de hambre por la noche. Acostúmbralo a que se duerma por su cuenta, sólo dando importancia al llanto de hambre o de temor.
A esta edad también habrá comenzado a decir sus primeras palabras. Es normal que los pequeños se aprovechen de ello, llamando a mamá y a papá por las noches, con tal de convertir la oscuridad en una nueva oportunidad de sueños. Evita elevar sus energías y humores en estos momentos, pues aunque prefiera entretenerse, lo mejor será descansar.
"Pasados los 9 meses de edad, los bebés ya habrán incorporado un patrón de sueño nocturno completo, despertando sólo en algunas ocasiones."
La ansiedad de separación
Hacia los 8 o 9 meses se desarrolla lo que conocemos como ansiedad o angustia de separación. El bebé ya ha comprendido que su mamá o papá no es una parte inherente de su cuerpo, y nota sus ausencias. Si se despierta por la noche y nota la falta de compañía, es habitual que la solicite. Pero recuerda: sólo asomarte o hablarle puede ser suficiente para que comprenda la necesidad del descanso en soledad.
En esta etapa es crucial respetar los horarios de siestas, de la noche (en oscuridad y silencio), y de despertar por las mañanas. Estos ciclos permitirán un mejor descanso y la fijación de los conceptos aprendidos, y lo dejarán lleno de energías para comenzar nuevamente el día que se avecina, lleno de cosas nuevas por descubrir y de movimientos por practicar.