Cómo Guardar los Embutidos
Los embutidos y fiambres tienen sus secretos para una perfecta conservación en casa. Lee esta nota para aprender a guardarlos sin alterar su sabor y textura.
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Lo mejor es consultar al tendero o a un especialista para saber la mejor manera de conservar los embutidos.
Cómo Guardar Embutidos para que no Salga Moho
Nada como abrir la nevera y cortarnos una sabrosa lonja de jamón cocido, salame o cualquier otra delicia, pero estarán sabrosas en la medida que sepas cómo se guardan los embutidos, para que se conserven en el mejor estado asegurando buen sabor y salud para tu cuerpo.
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Cuando los compres, consulta al tendero o al especialista cuál es la mejor guarda para cada producto. Ten en cuenta que cada alimento tiene sus propios requisitos en cuando a los niveles de humedad y temperatura, de modo de evitar el desarrollo de moho y hongos, y preservar su mejor sabor y textura.
Aunque la mayoría de las neveras tienen receptáculos que indican la guarda de lácteos y fiambres, estas son sólo guías generales (de hecho, es mejor seguir esta recomendación sólo para quesos y algunos lácteos). Por eso es importante saber cómo conservar los embutidos y los fiambres según cada clase, variedad y metodología de elaboración, ¡y el tendero es quien mejor puede informarte sobre cada caso!
Cómo guardar fiambres y embutidos en la nevera
Un buen truco es analizar cuál es la guarda que pone en práctica el tendero. En términos generales, los embutidos y cocidos en sus envases cerrados se conservan fuera de la nevera, como es el caso de jamones, salames y algunos más. Otros cocidos con elaboraciones más complejas sí requieren de frío, cerrados o ya abiertos, como es el caso del jamón cocido.
Los productos abiertos tendrán su mejor guarda dentro de contenedores herméticos en el refrigerador, como recipientes plásticos, bolsas con cierre o envueltos en papel film. De esta manera se conserva mejor su humedad natural sin quedar expuestos al desarrollo de hongos y moho.
Si los embutidos se presentan en bolsas plásticas, es conveniente retirarlos a contenedores nuevos de mejor calidad. En los productos que puedan ser más propensos al desarrollo de moho, como algunos jamones crudos y carnes cocidas, es conveniente envolverlos en papel de aluminio.
"Los productos abiertos tendrán su mejor guarda dentro de contenedores herméticos en la nevera, para conservar mejor su humedad natural sin quedar expuestos al desarrollo de hongos y moho."
La mayoría de las piezas cerradas tendrán su mejor guarda suspendidas, separadas entre sí, y en un sitio de temperatura estable y humedad controlada.
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En el caso de las piezas cerradas (como salames sin cortar o patas completas aún no cortadas), lo mejor es dejarlos suspendidos en un sitio más bien ventilado, de temperatura estable y bajo nivel de humedad, hasta el momento de consumir. Conservarlos en ambientes húmedos puede propiciar el desarrollo de moho en su exterior, y afectar su textura interior.
En todos los casos, recuerda consultar a los especialistas para conocer las particularidades de cada producto, y te asegurarás de conservar los embutidos de la mejor manera posible, sin alterar el sabor.