Cómo Fingir una Sorpresa

Vamos, todos hemos estado allí: la abuela que nos tejió un abrigo lleno de renos navideños, un par de calcetines de toalla blancos, o una pieza de bisutería que pesa unos 2Kg, con todas las gemas artificiales de moda. ¡Pero eso no importa! Lo que debemos recordar es el buen corazón que esas personas pusieron para que pudiéramos desenvolver un presente por una esta fecha especial.

Prepara tu expresión

¿Has visto cómo los actores y actrices que reciben premios suben al escenario y, sólo “de casualidad”, levan en el bolsillo una lista de nombres a quienes agradecer? No sería sorpresa que, además de prepararse para el triunfo, también se preparen para la derrota. Practican el gesto que harían, el aplauso que darían al ganador, y hasta la respuesta que le darán a la prensa al respecto.

"Practicar los gestos frente al espejo puede ser la clave para fingir una sorpresa con éxito."

De igual manera, tú puedes practicar el gesto y la conducta para fingir sorpresa en caso de abrir el paquete y encontrarte con ese sospechado par de calcetines. Puede sonar bastante extraño, pero practicar el momento en el que la abuela está observándote, prestando especial atención a tu rostro, puede darte el control y el poder de darle una enorme satisfacción, sin caer en exageraciones y, principalmente, sin hacer sentir mal a quien eligió ese presente sólo pensando en ti… aunque ni siquiera sea de tu estilo.

Tips para fingir una sorpresa

Sólo toma nota de estos consejos y aplícalos a tu conducta habitual. Recuerda: practicarlos frente al espejo puede ser la clave del éxito:

No exageres. Gritar a los cuatro vientos no bien abras la caja y ponerte a dar brincos sobre el sofá no será una conducta creíble. Hay muchas maneras de expresar alegría, con una risa, llevando una mano a tu rostro, y siempre sonriendo. Estos gestos no son exagerados, sino muy acertados.

¿El presente es tan terrible que no recuerdas siquiera cómo fingir una sorpresa? Entonces necesitas ganar tiempo. Comienza diciendo algunas palabras mientras desatas la cinta y abres la caja, en frases simples como “a ver qué tenemos aquí”. Al abrir la caja no dejes de hablar, siquiera repite esa misma frase, y ya que veas el presente, podrás adaptar tu respuesta.

Si en verdad no sabes cómo ocultar tu disgusto, sólo sonríe, mira a quien te lo obsequio, y con tanta naturalidad como puedas pregúntale de qué se trata. No con agravio, sino como si en verdad no supieras qué es. Tendrás tiempo de seguir sonriendo mientras la persona te lo explica, lo saques de la caja y, sólo sonríes en agradecimiento.