Cómo Enfrentar los Cambios en tu Vida

Los cambios de ciclo son grandes amenazas para nuestra felicidad. De algún modo, la humanidad ha ido desarrollándose hacia la habituación: queremos acostumbrarnos a nuestro hogar,  nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestro trabajo. Por eso, nos esforzamos hasta modelarlos en lo que buscamos: creamos nuestros nidos en cada uno de los elementos de ese mundo a nuestro alrededor.

Pero cuando algo cambia, quedamos expuestos a la angustia, al temor de lo desconocido, a la pena de necesitar hallar otra nueva realidad y comenzar a modelarla desde cero. Puede darse en cambios enormes, como el fallecimiento de un ser querido, la separación con esa pareja amada; puede darse en cambios graves pero no severos, como cuando un hijo se muda para ir a la Universidad o cuando un amigo acepta ese trabajo en otra ciudad; o puede darse sin que siquiera lo asumamos como un cambio en nuestro entorno, como sucede con cada cumpleaños y con cada fin de año e inicio del siguiente, en lo que se denomina simplemente “tristeza de temporada festiva” pero que, en realidad, puede ser un verdadero síntoma de la depresión.

"Cuando algo cambia, quedamos expuestos a la angustia, al temor de lo desconocido, a la pena de necesitar hallar otra nueva realidad y comenzar a modelarla desde cero."

Cómo ser feliz ante los cambios

Si buscas ser feliz enfrentando los cambios de ciclo, de entorno, de compañía o cualquier otra modificación de tu propio mundo, presta atención a estas ideas que puedes probar y acomodar a tu gusto:

- Aprende a no aferrarte. Ni las personas, ni los bienes, ni las situaciones sociales o laborales te definen del todo. Comprende que la vida puede cambiar en cualquier momento, y que tú puedes seguir adelante en cualquier escenario. Debes reconocerte capaz de comenzar desde cero, incluso si nunca necesitas hacerlo.

- Rodéate de positivismo: No te conformes con lo estable y con lo eterno, en especial si no se trata de personas y situaciones que te colmen de felicidad. No prefieras compartir a diario con ese amigo quejumbroso y negativo; en cambio, prefiere una reunión por semana con una persona positiva, y aprende a estar a solas el resto del tiempo, viviendo y reuniendo experiencias para comentar con él o ella.

- No deposites la responsabilidad de tu felicidad en lo material. Ese TV puede romperse; ese coche puede fallar, ese diamante puede ser robado y esa pila de billetes no siempre representará la felicidad. Es fundamental reconocer qué es lo que te hace feliz, y trabajar para aumentarlo en tu vida, sin depender del todo. Ante los cambios, saber qué te da la felicidad te ayudará a volver a buscarlo, a construirlo y a recuperarlo.

- Asume la realidad. Si no trabajas para conservar a tus amistades, no puedes sorprenderte si te abandonan. Si no cuidas de tu pareja, no puedes penar su alejamiento. Si no cuidas de ti mismo, nadie más o hará por ti. Aprender a ser feliz ante los cambios no sólo se trata de comprenderlos, sino también de no provocarlos.