Cómo elegir y conservar la lechuga
Existen muchas variedades de lechuga: criolla, romana, mantecosa, repollada, todas igual de sabrosas y listas para cualquier combinación en frescas ensaladas.
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Consejos para elegir y conservar la lechuga
La lechuga es una planta que se puede cultivar durante todo el año, al aire libre en zonas templadas y también en invernaderos. Tiene un alto contenido en fibras, vitamina A, vitamina C y minerales como el potasio, el calcio y el hierro, por lo que es muy eficaz en las dietas de adelgazamiento.
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Según la variedad, su presentación es un poco diferente una de otra, pero por lo general su forma es mas o menos redondeada, y cada plantita de lechuga suele pesar unos 300 gr. aproximadamente.
Las hojas de la lechuga son de color verde en la mayoría de los casos, aunque algunas variedades son más bien blanquecinas o rojizas.
"La lechuga debe lucir un color verde brillante, que puede ir del tono de verde oscuro a verde claro."
Como la mayoría de las verduras de hoja verde, su conservación no puede realizarse por tiempo prolongado, por lo que se aconseja seleccionarla con mucho cuidado antes de adquirirla y consumirla lo antes posible.
Cómo elegir la lechuga
- Optar por una lechuga de temporada, que será más sabrosa y nutritiva que las cultivadas en invernadero.
- Deben lucir un color verde brillante, que puede ir del tono de verde oscuro a verde claro.
- Si optamos por la variedad de lechuga romana, sus hojas deben ser firmes pero tiernas. Si hablamos de otro tipo de lechuga, las hojas deben ser mas blandas.
- En ninguna de las variedades de lechuga las hojas deben presentar las puntas quemadas ni los bordes de color marrón. Tampoco se aconseja adquirir aquellos ejemplares en los cuales las hojas exteriores se encuentran muy decoloradas o presentan agujeros.
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"Como la lechuga posee una buena cantidad de agua en su composición, su conservación no puede prolongarse por demasiado tiempo."
Cómo conservar la lechuga
- Como la lechuga posee una buena cantidad de agua en su composición, su conservación no puede prolongarse por demasiado tiempo.
- Antes de colocar la lechuga en la heladera o frigorífico, lugar donde se conserva en buenas condiciones alrededor de una semana, debemos retirar todas las hojas que estén en mal estado, así evitamos que “contagien” a las demás.
- Lo mejor es conservarlas sin lavar, ya que si lo hacemos la deberemos consumir en un lapso no mayor a los dos días o se marchitará.
- Ningún tipo de lechuga se puede congelar.
