Dieta para Reducir los Sofocos de la Menopausia

Consulta a tu médico

Hacer una consulta con un médico especialista, particularmente en la menopausia, es fundamental. No hay dos mujeres iguales y, con ello, tampoco hay condiciones claras, definidas, que se apliquen absolutamente a todos los casos. Algunas mujeres tendrán su cambio menopáusico en la quinta década, otras en la sexta, otras en la cuarta. Algunos serán naturales y otros inducidos por tratamientos médicos, enfermedades y operaciones.

Por eso, es fundamental hacer una consulta médica acompañada de los análisis de laboratorio, que permita identificar el balance actual de las hormonas. De tal modo, se podrá acudir a tratamientos y soluciones tales como parches, inyecciones o suplementos orales que compensen las hormonas faltantes, tratamientos farmacológicos o también naturales para aliviar los síntomas y, fundamentalmente, modificaciones fáciles en la alimentación para suplir la pérdida de vitaminas y nutrientes.

"Las investigaciones prueban que una menor masa grasa corporal se relaciona directamente a menores síntomas de menopausia."

Alimentos para reducir los síntomas durante la menopausia

En lo posible, procura consumir alimentos frescos, enteros e integrales, en su versión orgánica. Si no tuvieras acceso, cualquier alternativa cruda y fresca será siempre más nutritiva que los alimentos procesados. Asegúrate de tener en cuenta los siguientes consejos:

Evita los azúcares. Estos se refieren a los refinados que pones en tu café/té, a las barras de cereal que dicen ser saludables pero que están repletas de glucosa, y virtualmente a todos los productos y alimentos endulzados, incluyendo la leche y otros lácteos, los postres "light" y muchos más. ¡Lee la lista de ingredientes antes de comprar tus alimentos procesados!

Consume menos calorías. ¡Si, como si estuvieras “a dieta”! Las investigaciones prueban que una menor masa grasa corporal se relaciona directamente a menores síntomas de menopausia. Especialmente, evita o reduce el consumo de carbohidratos complejos, grasas y aceites refinados (total o parcialmente), y prefiere las grasas como la de las carnes de pastura y los lácteos de leche orgánica. Los aceites naturales (de oliva extra virgen, de coco) pueden ser geniales complementos para tu salud.

Aumenta tu consumo de frescos. Las frutas y los vegetales son tus aliados. Nutren a tu cuerpo con vitaminas, minerales, antioxidantes y todo tipo de nutrientes necesarios para una vida sana, más energía, y un sistema inmune más fuerte. También ayudan en temas como la hidratación, la producción de colágeno,  un sinfín de procesos orgánicos que mejorarán tu humor, resaltarán tu belleza, y te ayudarán a reducir los síntomas.

Consume granos integrales. Te darán carbohidratos simples que te llenarán de energía. Ayudan a agilizar la digestión y los procesos de evacuación, y mantendrán más estables los niveles de glucosa y de insulina en la sangre.

¡Bebe agua!. Bebe al menos 2 litros de agua fresca por día, date el gusto con una a dos copas de vino tinto, y siéntete libre de disfrutar también de unas tazas saludables de té verde u otras infusiones naturales, para mantener tu cuerpo hidratado y lleno de salud.