Dieta para Desintoxicar el Hígado

La importancia del hígado

A menudo sólo lo recordamos luego de comer muchos fritos, chocolates y otras comidas pesadas, cuando nos “patea” y manifiesta su lucha para cumplir con su función. Pero lo cierto es que el hígado cumple más de 500 acciones en el metabolismo, la digestión, la desintoxicación del cuerpo entero y muchas más. Lo que comes cada día, lo que haces y hasta lo que sientes cotidianamente afectan al hígado, lo hacen perezoso, impiden su buen funcionamiento y, en definitiva, resta calidad de vida.

Una de las acciones mejor conocidas de este órgano es el filtrado y limpieza de la sangre. Al pasar el líquido por las cavidades del hígado, la sangre pierde sus toxinas (que son eliminadas mediante la orina y otros), se libera de las cargas inadecuadas, y abastece más y mejor al resto del cuerpo. También es allí donde se filtran y procesan muchas hormonas fundamentales para la buena vida, incluyendo el estrógeno y la insulina, entre otras.

"El hígado cumple más de 500 acciones en el metabolismo, la digestión, la desintoxicación del cuerpo entero y muchas más."

Desintoxicar el hígado permite que estas funciones se realicen con más eficiencia, se eliminan radicales libres que favorecen el envejecimiento prematuro de todas las células del cuerpo, se eliminan metales pesados de la sangre, podrás regular el nivel de azúcar y, con ello (junto al tratamiento recomendado por el médico profesional) prevenir y aliviar enfermedades hepáticas como la cirrosis, el cáncer de hígado, hepatitis, ictericia y muchas otras.

Dieta para desintoxicar el hígado

Aunque no evidencies síntomas ni enfermedades que lo justifiquen, nunca está de más seguir una dieta para desintoxicar el hígado, consumiendo nutrientes esenciales, muchas frutas y vegetales, restringir el alcohol y también las bebidas azucaradas. Además, es bueno practicar actividades recreativas al aire libre, cumpliendo estas recomendaciones que verás a continuación.

Desayuno: No te saltees el desayuno ni restes su importancia bebiendo un café con apuro. Despierta con tiempo suficiente para cumplir tu ritual matutino, comenzando el día con un gran vaso de agua apenas tibia a la que agregues una cucharadita de aceite de oliva y una cucharada de jugo fresco de limón.

Si consigues en tu ciudad vinagre de manzana natural (vinagre de sidra de manzana), el de aspecto opaco y sin procesos industriales, agrégalo a tu vaso de agua (una cucharadita por vaso). Unos 10 a 15 minutos después, come una pieza de fruta natural o un batido de frutas y vegetales, incorporando a tu gusto manzana, banana, ciruela; espinaca, alga espirulina, levadura de cerveza, aceite de coco, avena tradicional, frutos secos, jengibre fresco o en polvo, y canela en rama o en polvo, alimentos beneficiales para la salud del hígado.

Media mañana: Puedes reemplazar los panificados de siempre por un vaso de yogur griego natural, o una infusión de diente de león o boldo, con limón y miel natural pura.

Almuerzo: Procura consumir frutas y vegetales, una fuente de proteína magra (carne roja o blanca, granos y otros), carbohidratos simples, y grasas saludables, en una comida completa que se aleje de los procesados llenos de conservantes, colorantes y otros perjudiciales. Come lentamente, y haz tiempo suficiente para caminar unos minutos mientras haces la digestión.