Cómo hacer un Jardín de Aire en las Paredes
Te presentamos una idea muy original que mezcla una buena decoración, con manualidades y jardinería. Haremos un jardín de aire con una lata sobre la pared. ¡Manos a la obra!
Un jardín de aire en las paredes. Mantenimiento de tu jardín de aire.
Un jardín de aire en las paredes
Esta es una idea sensacional para ambientar un espacio luminoso, claro y libre, de una manera sumamente natural. Al mismo tiempo, es la manera ideal para tener vida vegetal en los hogares de quienes constantemente se olvidan de regar, cuidar y mantener a sus plantas. Para esta idea hemos elegido una especie sencilla, simple, que se sustenta a sí misma con la simple humedad de ambiente: el clavel del aire.
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Materiales
El tamaño y la forma de este jardín de aire será el que prefieras. Sin embargo, te sugerimos elegir contenedores pequeños, en los que se aprecie el jardín aéreo en su mayor esplendor. Para crear cada pequeño jardín de aire, entonces, utilizaremos una lata redonda de baja estatura (como de mariscos, atún, dulces y otros, no como las de conservas sino más ancha y baja), un abridor de latas de buen filo, pinzas y lima metálica, un tozo de acrílico o de vidrio incoloro de la mitad de la superficie de la lata (su boca), y papel de lija para limpiar la lata. Si quieres pintarla, también necesitarás pintura de esmalte o adecuada para metales. También necesitarás un clavo o tornillo y taladro, y una arandela y pegamento, para asir la pieza a la pared.
"Puedes usar cualquier tipo de piedra, mientras estén limpias (en especial de materia orgánica) y que no sean salinas."
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Luego, hará falta piedras de acuario de color blanco para cada jardín de aire (puede ser cualquier tipo de piedras, mientras sean pequeñas y limpias, no cristales ni sales), musgo de maceta y un clavel del aire, que puedes adquirir en un vivero o tienda especializada, e incluso en la misma naturaleza si esta variedad se da en tu zona (suele darse de manera espontánea en ciudades abiertas, rurales, de climas áridos y hasta desérticos).
Armando la lata
El primer paso es preparar la lata. Luego de deleitarte con su contenido, lávala bien con agua y jabón concentrado, eliminando cualquier resto. Sécala bien, de preferencia con papel de cocina, y retira sus etiquetas. Ahora, usando el abridor de latas, retira su base al igual que retiraste su tapa. Presiona las rebarbas de metal con la pinza, y repasa con la lima metálica para dejar una superficie plana y suave. Si la lata, en lugar de tener etiquetas de papel, estuviese pintada, entonces líjala para eliminar la pintura, dejándola al natural o pintándola del color elegido.
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Ahora, recorta la pieza de acrílico incoloro (o vidrio) siguiendo el contorno redondeado de la lata, y colócalo por dentro, fijándolo con pegamento universal o de dos componentes si fuera necesario. Puedes crear dos piezas, colocando una al frente y otra en el reverso, creando así "media lata" cerrada con paredes incoloras.
A continuación, adhiere la arandela o el sistema que utilizarás para asir la pieza a la pared. Coloca el clavo o tornillo en el sitio de la pared donde lucirás tu pequeño jardín de aire.
Preparación del jardín de aire
Ya seco el pegamento y la pintura, si fuera el caso, coloca las piedras de acuario o las piedrecillas de jardín dentro de la lata, colocándola con su base perpendicular a la pared. La lata quedará como una O en la pared, con las medias paredes de acrílico hacia abajo, dando así contención a las piedrecillas. Recuerda: puedes usar cualquier tipo de piedra, mientras estén limpias (en especial de materia orgánica) y que no sean salinas. Por ello elegimos las de acuario, y el color blanco hará que la pieza se vea aún más natural.
Luego, coloca la lata en su sitio de la pared. Remueve un poco las piedras con el dedo, y acomoda el clavel del aire, de modo que quede asido y sin peligro de caerse por alguna corriente de aire. Acomoda trozos de musgo de maceta, natural o artificial, para complementar el diseño.
"El clavel del aire no requiere de riego, sino que se alimenta de la luz solar (directa o indirecta) y de la propia humedad de ambiente."
Mantenimiento de tu jardín de aire
El clavel del aire no requiere de riego, sino que se alimenta de la luz solar (directa o indirecta) y de la propia humedad de ambiente. Si vives en un sitio de clima demasiado seco, humidifica colocando un trozo de algodón humedecido sobre las piedras, pero nunca en contacto con el clavel del aire. También puedes rociar el ambiente con un pulverizador y agua limpia, e incluso colocar una lata con agua hirviendo cerca de tu jardín durante algunos instantes, para que estas resistentes plantas capturen la humedad que necesitan para su subsistencia.