¿Cuál es el Mejor Aceite para Cocinar?
¿Quieres saber cuál es el mejor aceite para cocinar a diferentes temperaturas y consumir en frío? Entra y descúbrelo en esta nota
Aunque no seamos plenamente conscientes de ello, no todos los aceites para cocinar son iguales
Los Mejores Aceites para Cocinar
Aunque no seamos siempre plenamente conscientes de ello, no todos los aceites para cocinar son iguales. Debes considerar a qué temperatura harás la cocción, si es una fritura, un sofrito, si el platillo se cocinará al horno, si cocinarás a temperatura baja o moderada, y también si vas a consumirlo en frío, como sucede con los aliños para ensaladas y otros platillos.
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Tipos de aceites para cocinar
No todos son iguales, en lo absoluto. La mayoría de los aceites para cocinar que usamos desde hace muchísimos años son los vegetales. Pero hay un gran problema con ellos: son poco saludables. De hecho, están repletos de grasas poliinsaturadas y grasas trans, son inestables a altas temperaturas (y aún así los usamos para hacer fritos), se ponen rancios muy rápidamente y están elaborados con numerosos ingredientes artificiales y químicos.
Pero los aceites hidrogenados y los aceites vegetales refinados no son tu única opción, ciertamente no la mejor en lo que respecta a aceites para cocinar. Tienes muchas otras opciones, incluyendo las grasas animales que, a pesar de lo que la industria alimenticia nos ha dicho durante tantos años, resultan en una opción mucho más saludable que los aceites vegetales hidrogenados, parcialmente hidrogenados y refinados, pues son grasas monoinsaturadas estables.
"La mayoría de los aceites para cocinar que usamos desde hace muchísimos años son los vegetales. Pero hay un gran problema con ellos: son poco saludables."
El aceite de coco es delicioso, pero no soporta altas temperaturas como sí lo hacen otros aceites para cocinar.
© Depositphotos.com/belchonock
¿Qué debe tener el mejor aceite para usar en la cocina?
Para tomar la mejor elección, debes optar por aceites que resulten estables a la hora de cocinar, que tengan alto punto de ahumado (es decir, que resistan altas temperaturas), y que sean tan nutritivos como sea posible.
A partir de la manera en la que los vas a usar para cocinar, podrás elegir aceites con menores puntos de ahumado (para cocciones a baja temperatura) y hasta menos estables, si vas a consumirlos en frío. Pero debes respetar que sean para consumir con la mayor carga nutricional y la mayor calidad posibles.
Los peores aceites para cocinar
Los peores aceites para cocinar son:
- Aceite de cacahuate (maní): se ponen rancios rápidamente, y están altamente refinados.
- Aceite de semilla de uva: son altamente refinados y se extraen con el uso de químicos.
- Aceite de soya sin refinar: al igual que su contraparte refinada, es muy propenso a la oxidación y se extrae con químicos peligrosos.
- Aceites vegetales refinados de girasol, maíz, soya, canola y otros. Poseen grasas trans, se elaboran con materia prima transgénica, se extraen con el uso de químicos y son inestables al calor.
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Aceites intermedios
La lista de aceites para cocinar a bajas temperaturas o para usar en frío, ni tan saludables ni tan peligrosos, incluye:
- Aceite de canola: es muy propenso a oxidarse, es refinado, se elabora mayormente con canola transgénica y no resisten las altas temperaturas.
- Aceite de germen de trigo: muy propenso a la oxidación y no resiste bien las altas temperaturas. Pero es una buena fuente de vitaminas y ácidos grasos esenciales, y es ideal para tratamientos caseros de cosmética.
- Aceite de maíz: se oxida fácilmente, es refinado, su materia prima suele ser transgénica, y no resiste el calor de cocción.
- Aceite de semillas de lino: se oxida fácilmente, no resiste bien el contacto con la luz, no soporta el calor de cocción, y no aporta Omega-3 absorbible como promete.
- Aceite de frutos secos (almendra, avellana, haya, pacana, nuez, pistacho, piñones, anacardos y otros): no resiste la luz, el calor intenso o moderado y puede ser elaborado con frutos de origen transgénico o con productos químicos.
- Aceite de semillas (cáñamo, calabaza, té, albaricoque, perilla, chía, mostaza y otros): no resiste la exposición a la luz ni las temperaturas altas o moderadas.
Los mejores aceites para cocinar y consumir
¿Cuál es el mejor aceite para cocinar? Llegamos al final de la lista donde se incluyen los más aptos, tanto para usar en la cocina como para consumir en frío:
"Para tomar la mejor elección, debes optar por aceites que resulten estables a la hora de cocinar, que resistan altas temperaturas, y que sean tan nutritivos como sea posible."
- Aceite de aguacate (palta): tiene un punto de ahumado alto y muchísimos nutrientes, aunque debes mantenerlo lejos de la luz y elegir el prensado en frío.
- Aceite de arroz integral: es un aceite apto para cocinar en altas temperaturas y también aporta muchas vitaminas, pero debes verificar que no sea refinado.
- Aceite de coco: simplemente delicioso y muy nutritivo, aunque no resiste temperaturas demasiado altas.
- Aceite de macadamia: es un aceite muy estable en altas temperaturas y tiene muchos antioxidantes. Elige el de color dorado y con buen sabor, pues hay muchas opciones en el mercado.
- Aceite de nuez: aunque sólo es apto para cocinar en temperaturas moderadas o bajas y tiene una vida útil bastante corta, este aceite es delicioso y está repleto de antioxidantes.
- Aceite de oliva: preferentemente orgánico y prensado en frío, extra virgen, es nutritivo y te ayuda a quemar grasas. No resiste temperaturas altas pero sí moderadas, y es delicioso en frío.
- Aceite de palma roja: es uno de los aceites más estables en altas temperaturas y muy nutritivo, pero debes asegurarte de no consumir el clasificado como “de almendra de palma” o el “de palma cristalino”.
- Aceite de semillas de sésamo (ajonjolí): tiene muchos antioxidantes y un sabor delicioso, pero debes asegurarte de elegir el prensado en frío y mantenerlo lejos del sol y la luz excesiva.
Hay muchas opciones de entre las cuales puedes elegir, y con estos consejos frescos en tu mente seguro podrás optar por los mejores aceites para cocinar, para consumir en frío o para lo que prefieras.
