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Cómo Controlar los Berrinches en Público

Cómo Controlar los Berrinches en Público

Gritos, pataletas y caprichos: las peores escenas de los niños en público. Aprende buenas ideas para evitarlas y decirle adiós a esos momentos incómodos.

01/12/16 por Eugenia

© Depositphotos.com/olly18

Aprende cómo controlar berrinches en público actuando sin gritos ni llantos, ¡de ninguna de las dos partes!

Cómo Evitar los Berrinches en Sitios Públicos

Una golosina que no fue entregada, un parque de diversiones al que no ingresamos, el aburrimiento en la espera para que toque el turno… ¿cómo controlar los berrinches en público?. Hoy queremos proponerte buenas maneras de frenar las pataletas, y también de evitarlas para que los bochornos sean cosa del pasado.

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La consistencia es la clave

Hay algo fundamental para recordar: debes manejar los berrinches en sitios públicos de la misma forma que lo haces en casa, pues esto le da al pequeño una consistencia en tu conducta. Si en público los regañas, pero en casa lo dejas hacer de las suyas por mucho tiempo, no sólo no estarías dando solución al problema, sino que además estarías creando una nueva fuente de conflictos y enfrentamientos.

Los berrinches deben ser comprendidos y controlados a partir del amor. Si les gritas, estarías haciendo un refuerzo negativo a su angustia. En cambio, actúa en casa como lo harías en público, y viceversa. Háblale suavemente, aplica las técnicas que verás en esta nota, y busca la solución al problema de inmediato, sin dejar que escale cada segundo a una mayor proporción.

"Debes controlar los berrinches en público de la misma forma que lo haces en casa, pues esto le da al pequeño una consistencia en tu conducta."

La mejor manera de evitar berrinches es demostrarle que la mala conducta no recibe ningún tipo de beneficio.

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Técnicas para controlar los berrinches en público

Los niños son en verdad astutos para intentar conseguir lo que quieren. Si cuando se raspan la rodilla la solución al llanto es darles una golosina, pronto comprenderán que se consiguen llorando. Es importante actuar desde el cariño, y no relacionar los dulces o los premios con las conductas negativas o angustiantes, pues de lo contrario al ver la golosina en la tienda su primer recurso será hacer una pataleta y un mar de llantos para conseguirla.

También, ten en cuenta que son muy tenaces en sus “negociaciones”. Bastará una vez que cedas ante sus reclamos para que todo se salga de control. Si quieres evitar los berrinches en sitios públicos, no debes ceder “con tal de callar sus gritos”, sino demostrarle que con gritos nada se consigue, y que su pedido puede tener más probabilidades si lo hace de buena forma.

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Para eso, de tanto en tanto, y cuando te haga un pedido usando sus ‘palabras de niño grande’, dale lo que pida siempre que lo consideres apropiado. Esta será una educación fundamental: pedir las cosas es la manera más eficiente de conseguirlas, al igual que tener un buen comportamiento previamente. Es decir: si pide esa golosina en buen talante, pero ha hecho berrinches o se ha portado mal por la mañana, recuérdale que tuvo un comportamiento menos que ejemplar y que por ese motivo no recibirá su golosina. Es duro (más para ti que para el niño), pero es una educación valiosa y de por vida.

Para evitar berrinches en sitios públicos, trata de no provocar las situaciones que los propicien. Si no tienes otra alternativa más que llevar a tu hijo a la tienda, procura hacerlo cuando no esté cansado o hambriento (lo mismo que tú). Si sabes que pasar por la vereda del parque de diversiones es una constante fuente de angustias, evita ese camino. No intentes razonar con un niño pequeño del mismo modo que lo harías con uno mayor. Vale decir: los más grandecitos pueden comprender si no tienes dinero para comprar eso que quieren, pero los pequeñitos no conocen de finanzas ni de necesidades, sino de la gratificación instantánea. Evita las fuentes de los conflictos tanto como puedas.

Una técnica para controlar los berrinches es “ignorarlos. Por ejemplo: estás en el pasillo de la tienda y tu hijo pide una golosina. Dile amablemente que no, y sigue haciendo tu compra. Sin desatenderlo ni perderlo de tu ojo cauteloso, vete del lugar y no te quedes allí cediendo a su reclamo de atención: el deseo de estar cerca de ti es mayor que el deseo por la golosina, y si sigues caminando tu pequeño te seguirá frenando la pataleta de raíz.

"Si quieres evitar los berrinches en sitios públicos, no debes ceder “con tal de callar sus gritos”, sino demostrarle que su pedido puede tener más probabilidades si lo hace de buena forma."

Finalmente, recuerda que evitar la mala conducta es tan importante como reconocer la buena. Si pide una golosina en la tienda, le dijiste que no, siguieron en su camino y no hizo rabietas, un buen premio es comprarla y llevarla oculta a casa. Una vez allí, dile que estás orgullosa de su buen comportamiento y que por eso merece un premio especial, dándole la golosina. Es un concepto que aprenderá muy rápido: la buena conducta es más eficiente que la mala.

Prueba estas técnicas para controlar los berrinches en público, y al mismo tiempo le enseñarás sobre la buena conducta y el respeto.

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