Tener una empresa supone estar continuamente preocupado por mantenerse dentro de los índices de solvencia, haciendo que el negocio prevalezca a flote a pesar de las continuas crisis económicas que van asolando al mundo. Uno de los sectores que más afectado se ha visto a lo largo de este último año ha sido la industria del transporte. El precio del combustible se ha disparado como nunca antes en la historia y se antoja más importante que nunca encontrar medios para ahorrar cada vez que abastecemos la flota de camiones. Un cometido para el que nacieron las tarjetas de combustible.
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Qué es y cómo conseguir la tarjeta de combustible
Desde principios de año, el precio de la gasolina y del diésel ha ido aumentado paulatinamente hasta alcanzar máximos históricos. Nuestro país ha sido uno de los más afectados por esta crisis y, como tal, las empresas que viven del transporte por carretera están obligadas a buscar estrategias orientadas al ahorro. Este es el caso de sacar la tarjeta combustible empresa: un servicio financiero con el que pagar los gastos de los vehículos del transporte de mercancías con grandes descuentos. Un recurso que está suponiendo una brisa de liberación para muchos negocios de este sector.
Su funcionamiento es idéntico al de las tarjetas de créditos, pagando a final de mes todas las cuentas pendientes por este coste tan significativo del día a día de la compañía. De este modo, es mucho más sencillo llevar a cabo un pormenorizado control de los gastos y del flujo de caja, haciendo que la rentabilidad del trabajo nunca se ponga en entredicho. Dichas tarjetas nos informan sobre toda la red de gasolineras que encontraremos en la ruta, haciendo que podamos repostar en las más baratas para así reducir notoriamente el presupuesto mensual en combustible.
Para obtener dicha tarjeta, tan solo hemos de dar con una compañía especializada en este tipo de servicios. Una vez lo hagamos, tendremos que indicar cuál es la clase de combustible que tiene nuestra flota de vehículos, bien sea gasolina, diésel o Adblue. Asimismo, cabe comentar que disponemos de muchos otros servicios adyacentes a la contratación de la tarjeta. Ejemplo de ello son los seguros de las mercancías, los de geolocalización, los de telepeaje o la recuperación de impuestos. Diferentes servicios que, en convergencia, optimizan radicalmente la gestión del negocio para plantar cara a la tan cruda adversidad que invade nuestra realidad comercial hoy en día.
Ventajas de tener la tarjeta de combustible
Una vez visto qué es la tarjeta combustible empresa y cómo sacarla, lo más conveniente es analizar en detalle algunas de sus ventajas más destacadas. En este orden de ideas, cabe señalar que el ahorro no solo se evidencia en el repostaje, sino también en la compra de recursos para el mantenimiento de los vehículos, tales como los aceites o los lubricantes. Unos gastos que debemos tener de igual forma en cuenta cuando estamos realizando la contabilidad de la empresa en su conjunto.
Siguiendo en la línea del ahorro, más allá de los bonos descuento y las atractivas promociones en combustible, hay que señalar que también evitamos pérdidas de tiempo innecesarias. Es decir, el conductor no tardará más de la cuenta en pagar en las gasolineras y, bajo ningún concepto, tendrá que poner dinero de su bolsillo. Todo ello mientras obtenemos informes detallados de cuánto dinero empleamos en el repostaje, lo cual nos hace sacar datos veraces sobre el gasto real del litro al kilómetro. Una información de valor que podemos utilizar a nuestro favor para reducir, más si cabe, el presupuesto global de este coste.
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Por último, no podemos dejar de lado el hecho de que las tarjetas de combustible de las principales entidades están sujetas a unos rigurosos controles de seguridad. El sistema por pin es de última generación para que sean prácticamente imposibles de hackear. Unas tarjetas que nos mantienen prevenidos ante todo tipo de riesgos, haciendo que la solvencia corporativa vuelva a brillar en estos tiempos tan oscuros.
