Consecuencias de un aborto inducido

Con la controversia que reina entre pro-abortistas y anti-abortistas, conviene disponer de información correcta e imparcial, como la que vamos a ofrecer en este artículo.

Riesgos físicos del aborto inducido

Abortar no es una opción natural para el cuerpo de la mujer, de hecho se define como un proceso médico y forzado para evitar el nacimiento de la criatura, y por tanto, el aborto conlleva asociados varios efectos negativos y riesgos potenciales. Entre ellos, cabe destacar las posibles infecciones genitales, trastornos en la menstruación, hemorragias, dolores intensos, peritonitis, etc. También se podría llegar a la situación de esterilidad, consecuencia no frecuente pero posible tras una mala actuación médica, por ejemplo, dejando restos en el útero femenino.

"El aborto es un proceso médico forzado para evitar el nacimiento de la criatura, y por tanto, conlleva asociados varios efectos negativos y riesgos potenciales."

Incluso existe riesgo de que la embarazada fallezca durante el aborto (hemorragias, infecciones peligrosas, etc.), aunque es muy difícil que se dé el caso, a menos que se haga de forma clandestina donde sí se corren riesgos potencialmente importantes.

El aborto y sus consecuencias psicológicas

¿Y cómo afecta a la mente el aborto inducido?. Muchas mujeres que lo han hecho expresan haber padecido lo que se conoce como el síndrome del post-aborto, el cual incluye sentimientos negativistas, autoestima por los suelos, poca satisfacción y desgano, en definitiva, les ataca un sentimiento de culpa por haber eliminado un feto, cosa que muchas personas ven como "quitar" una vida humana.
En casos extremos es posible llegar a sufrir ataques de ira y rabia severos, e incluso cometer suicidio.

Controversia acerca de los efectos de abortar

Si buscamos por Internet más información acerca de las consecuencias y efectos de abortar, obtendremos muchísima información que se debe seleccionar muy bien antes de tomarla como válida.

Dado que muchas páginas o blogs están asociadas a organizaciones de la familia, la iglesia o grupos políticamente de derechas (típicamente anti-abortistas), y otras tantas con grupos liberales o modernistas (denominamos pro-abortistas), en muchas ocasiones pueden ofrecer información poco exacta o incluso manipulada, con tal de convencer al lector acerca de si debe o no abortar.