Cómo Comprender la Creatividad

Si pensamos en una persona creativa, seguramente pensamos en las controvertidas obras de Christo, en los geniales inventos de DaVinci, quizás en los fantásticos relatos de Tolkien. Sin embargo, la creatividad es una herramienta de todos, en algunos más o menos desarrollada, en algunos más o menos aplicada, y siempre en función del ámbito de desempeño o de acción.

¿Qué es la creatividad?

La creatividad puede definirse como la capacidad de tomar algo existente, y encontrarle un nuevo uso; también puede definir a la capacidad de hallar soluciones alternativas a un problema; incluso de aportar variedad a las tareas cotidianas.

"Cualquier persona puede ser convencional y rígida en un área, y totalmente creativa en otra."

En un gran salón de clases, en busca de la definición de la creatividad, un astuto profesor supo decir "creativa fue mi madre, que con 8 hijos y un pequeño ingreso monetario siempre supo preparar una comida diferente para cada almuerzo y cena". Sí, eso también es creatividad.

Todos somos creativos

Hay quienes tienen más desarrollada su creatividad, sin embargo, todos la tenemos. Desde quien encuentra una manera de hacer girar el destornillador en la mano con una técnica más sencilla, hasta quien tiene sólo un traje pero pareciera vestir diferente cada día mediante la combinación de camisas y corbatas. Además, cualquier persona puede ser convencional y rígida en un área, y totalmente creativa en otra, en el mismo día de vida.

Lo mejor de todo, es que la creatividad puede ser desarrollada, fomentada y ampliada con simples ejercicios. Hay quienes afirman que la creatividad es una bestia encarcelada que, una vez que la dejamos salir, sólo irá en aumento, aplicándose sobre cada una de nuestras acciones.

Solía decirse que los niños eran innatamente creativos. Y lo son, aunque no en mayor medida que un adulto. Y es que en la infancia hay muchas barreras sociales inexistentes, que sí están presentes en la adultez. Pensamientos como "es imposible", "es demasiado difícil" y "no tengo la capacidad de hacerlo" no tienen lugar en las mentes infantiles y, por ello, los niños demuestran más su creatividad.

Sin embargo, estudios rigurosos han demostrado que no hay diferencias de creatividad entre niños y adultos, una vez que el adulto haya "liberado a la bestia". Tampoco hay diferencias entre hombres y en mujeres, ni en más ricos o más pobres.

Solía creerse, también, que la creatividad y la inteligencia iban codo a codo. Pero no es así: una persona de limitado nivel de inteligencia (de acuerdo a los parámetros y mediciones estandarizados, como el CI) puede ser tanto o más creativa que alguien categorizado en nivel de "genio". La formación y los estudios tampoco aumentan la creatividad. De hecho, los estudios formales de base lógica suelen limitarla, reemplazándola en los patrones de pensamiento por las normas, leyes y fórmulas de sus profesiones o campos de aplicación, como matemáticas, finanzas, química y demás.