Cómo comprar un colchón
Si estás pensando en la posibilidad de comprar un colchón, ten presente estos consejos para elegir el mejor.
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Cómo debe ser el colchón ideal
¿Habías considerado que pasas buena parte de tu existencia dormido? Muchas personas viven al menos la mitad de su día en los brazos de Morfeo. Por esta razón, es sumamente importante elegir un colchón adecuado. Así que si estás pensando en la posibilidad de comprar uno, sigue las siguientes recomendaciones y tendrás en tu habitación al mejor de los aliados:
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Consejos para comprar un colchón
- Si cuentas con el dinero para comprar un colchón nuevo, no heredes el de tus padres, ya que los colchones tienen un promedio de duración entre 8 y 15 años. Lo mejor es comprar todo el sistema de la cama, pues éste también envejece.
- Compara los años de garantía que ofrece la marca fabricante, ya que normalmente se trata de un gasto fuerte y entre más dure el colchón, menos sufrirá el bolsillo.
- Un colchón no debe ser ni demasiado duro ni demasiado suave. Debe ser firme y sentirse cómodo en el área de la columna.
- El grosor ideal es de 15 centímetros, y el largo debería ser como mínimo de 10 centímetros más que la altura del usuario. El ancho debe ser de, por lo menos, 80 centímetros para una cama individual y de 135 para un colchón doble.
- Ten en consideración la elasticidad del colchón: para esto, fíjate que la base no baje en exceso en las partes que retiene el mayor peso del cuerpo. Debe sentirse firme en la zona de la pelvis y los hombros.
- Se recomienda comprar colchones de látex, ya que poseen pequeños agujeros que permiten la transpiración del cuerpo, se adaptan muy bien a los movimientos, y conservan la firmeza que permite un buen descanso.
"Un colchón no debe ser ni demasiado duro ni demasiado suave. Debe ser firme y sentirse cómodo en el área de la columna."
Si tratamos el colchón adecuadamente, éste nos puede durar mucho más tiempo. Es recomendable voltearlo cada tres meses para evitar que se deforme. Por último, evita comprar un colchón barato, es mejor gastar un poco más que vivir quejándose de haber pasado una mala noche.
