Cómo comportarse en una visita al zoológico
En el zoo encontraremos un montón de atracciones, pero para que la visita sea segura y provechosa, existen hábitos de conducta que debemos cumplir.
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Comportamiento en un zoológico
Cuando asistimos a un zoológico o reserva animal con especies en cautiverio encerradas, hay ciertas normas de conducta que debemos cumplir, respetándolas y haciéndolas respetar por nuestros hijos y acompañantes, y también por otras personas que se encuentren presentes.
En ocasiones la maravilla y la curiosidad nos hacen actuar por impulso, y esto podría tener serias consecuencias tanto para nuestra salud e integridad física, como también para la de los animales que estamos observando.
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Consejos al visitar un zoológico o reserva
- Cada zoológico y reserva tiene un sendero, un camino o un recorrido que ha sido planificado cuidadosamente para que podamos observar a todos los animales y paisajes del recinto. Respetar estos caminos nos permitirá, entonces, disfrutar de la reserva o del zoológico en su totalidad, de manera ordenada y precisa. También, claro, otros grupos y familias recorrerán estos mismos senderos, con lo cual la regla número uno aquí es mantenerse juntos con nuestra familia y amigos, de modo de que nadie quede perdido o extraviado.
- Si bien las mascotas suelen ser uno más del grupo familiar, la mejor idea será no llevarlos a refugios, reservas y zoos, ya que esto podría causar estrés a nuestra mascota, y también a los animales en cautiverio; un estrés que podría ponerlos en situaciones de peligro. En lo que respecta a los niños pequeños, hay que tenerlos bien vigilados siempre para evitar que ingresen en zonas restringidas, y para evaluar si el pequeño se encuentra a gusto: en ocasiones los más chicos suelen asustarse entre tantos animales exóticos.
- Sobre las pertenencias, estamos acostumbrados a tener cuidado con nuestros bolsos y carteras. En el caso de las reservas y zoológicos, también debemos tener cuidado de las canastas y alimentos que ingresemos, ya que esto atrae a los animales que se hallan sueltos, como es el caso de los monos. En lo posible, si bien podemos ingresar con comidas, procuraremos no ofrecérselas a los animales, ya que esto altera su balance dietario diseñado por los cuidadores y veterinarios del lugar. Esto es especialmente indicado en lo que respecta a las golosinas.
- En las zonas de visitas contamos con contenedores de basura. Sin embargo, si este no fuera el caso, la mejor idea es cargar con todos aquellos despojos y basura, sin dejarlas al alcance de los animales. Un pequeño envoltorio de caramelo puede ser fatal para alguna especie que lo ingiera, sin mencionar del daño que les puede causar otros elementos, como botellas, bolsas de mayor tamaño, etc.
- Por último, para aprovechar al máximo nuestra visita al refugio, la reserva o el zoológico, podemos contar con el personal de atención. Es muy común que existan guías entrenados y guardias, a quienes podemos consultar sobre las curiosidades y los datos de cada animal, y también sabrán indicarnos el modo apropiado de conducta para un mayor goce de la actividad. Estas personas son sumamente amables, y podrán asistirnos en nuestras curiosidades para hacer una visita más que provechosa.