Una de las mayores indemnizaciones que reciben los trabajadores por parte de las empresas es por un despido improcedente, es decir, cuando deciden finalizar la relación laboral de una manera injustificada y no acorde con la ley. Ante esta situación, los trabajadores deben calcular su indemnización, para asegurar que reciben lo que les corresponde.
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Calcular la indemnización
La indemnización por despido improcedente ocurre cuando las empresas no readmiten a los empleados en su puesto laboral, la cual toca por derecho a los trabajadores, dado que la empresa debe pagar por su despido injustificado ante la ley.
El coste de la indemnización equivale a 33 días de salario por año de servicio, con un límite de 24 mensualidades. Por medio de una calculadora online, los empleados pueden determinar el importe que deben recibir, según la antigüedad en el trabajo y el salario devengado.
En la calculadora se indica el sueldo bruto anual y el número de pagas, así como la fecha de inicio del contrato y la fecha de despido, junto con los días de vacaciones al año y los días de vacaciones disfrutados.
Con esta información, la calculadora indica el importe total exacto de la indemnización. Gracias a esto, los empleados se aseguran de recibir verdaderamente lo que merecen por el despido improcedente.
El proceso de reclamación
La reclamación se realiza en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación correspondiente a la comunidad autónoma donde sean despedidos los empleados, llevando los datos de la empresa para que el servicio envíe una citación para el acto de conciliación.
La demanda se debe presentar ante los Juzgados dentro de un plazo de 20 días. El plazo queda en suspense cuando los empleados presentan la papeleta de conciliación en el SMAC, un documento de gran importancia en el procedimiento.
Lo que procede es asistir al acto de conciliación, donde están las empresas y los empleados, quienes explican los motivos por los que consideran que el despido es improcedente. Entre tanto, la empresa ofrecerá un acuerdo para negociar con los empleados, o bien, negar las acusaciones y justificar las causas del despido.
Si durante el acto de conciliación no se llega a un acuerdo o pasan más de 15 días sin que se celebre el acto, los empleados deben presentar una nueva demanda ante el Juzgado de lo Social. Este juzgado se encargará de determinar finalmente si el despido es improcedente o no.
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En caso de que sí se considere improcedente, las empresas cuentan con cinco días para tomar una decisión, ya sea readmitir a los empleados, o pagar la correspondiente indemnización.
Si se elige la readmisión, debe pagar salarios atrasados por el tiempo transcurrido en este proceso, y volver el puesto laboral a los empleados. En caso de que las empresas no se pronuncien en los siguientes días, la readmisión será automática.
Si no se permite a los empleados volver, lo que deben hacer es presentar una demanda de ejecución para reclamar.
¿Cuándo puede ocurrir un despido improcedente?
El despido improcedente puede darse en diferentes maneras, sin embargo, hay casos más habituales que otros. Esta información la deben conocer los empleados para saber cuándo gestionar la reclamación.
En un despido disciplinario, cuando no se acredita bien o cuando el incumplimiento que se alega es claro, incluso si es muy leve y no justifica el despido de los empleados, se considera que es improcedente.
Lo mismo con el despido objetivo, cuando no está bien acreditada la falta de profesionalidad de los empleados, así como al no cumplir con formalidades importantes, como la comunicación escrita o detallar las causas del despido.
También, entra en la categoría de despidos improcedentes cuando se despide a representantes sindicales sin que exista un expediente contradictorio, sin audiencia a los delegados a despedir, o si no se cumplen con ciertos requisitos estrictos.
En todas estas situaciones es posible que los empleados se enfrenten a un despido improcedente, por lo que deben iniciar la reclamación.
Cuando se despide injustamente a los empleados, estos pueden iniciar una demanda que les permita recibir una indemnización por parte de las empresas, por lo que es importante calcular el valor de la misma y gestionar correctamente la reclamación.
