Cómo clavar clavos pequeños y evitar golpearse los dedos
Parece un consejo tonto, pero no lo sera cuando tengamos que soportar el dolor. Los clavos pequeños pueden ser muy difíciles de colocar, pero aquí tenemos la solución para clavarlos correctamente y salvar nuestros dedos.
Clavar clavos pequeños
No es porque uno sea estúpido o torpe, pero a veces el recibir un martillazo en los dedos es porque el clavo es muy pequeño y se hace dificultoso agarrarlo
Consejos para evitar golpearnos los dedos al clavar un clavo
Para esto hay varias soluciones o consejos.
Cartulina o papel. La primera, consiste en cortar un pedazo de cartulina o papel y pasar el clavo por el mismo. Hecho esto, tenemos que tomar la cartulina o papel con la manos y colocarla en el lugar en que queramos clavar el clavo. Una vez introducido en su lugar, jalamos o tiramos de la cartulina o papel y listo..
Si el lugar es inaccesible, es conveniente cortar un rectángulo del largo necesario para llegar al sitio elegido.
Alicate. Otra forma es tomar el clavo con ayuda de algún alicate de punta fina que tengamos en nuestra caja de herramientas.
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Peine. Si en nuestra casa no contamos ni con cartulina, papel o alicate, podemos utilizar un peine (que seguro habrá en algún lugar de la casa). Se coloca el clavo entre los dientes del mismo, se lo sitúa en el lugar deseado y luego comenzamos a martillar.
Todas estas ideas son muy sencillas y fáciles, ideales para utilizar en clavos pequeños, pero si estamos aprendiendo a clavar, son muy útiles también para clavos más grandecitos o largos.
Ahora que ya conocemos el truco, nos preguntaremos... ¿cómo no lo supe antes?