Cinco cosas que nunca te dicen acerca de la maternidad
Puedes leer todos los libros que quieras, pero solo la experiencia puede enseñarte lo que es ser madre. Hay algunas cosas que solo una madre puede decirte.
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Cómo prepararte para ser madre
By Cynthia Hanson for Life & Beauty Weekly
No hay nada como la experiencia de primera mano para prepararte para ser madre. Te lo decimos en serio. Puedes leer todos los libros sobre crianza de niños que existan en el mercado, pero solo el encontrarte de frente con la realidad de ser una nueva madre, somnolienta y adolorida por todas partes, puede abrirte los ojos a la realidad del que será tu nuevo papel.
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“Llegamos a la maternidad con todo tipo de ideas preconcebidas e idílicas”, nos dice Debra Gilbert Rosenberg, trabajadora social clínica con licencia, autora de Motherhood Without Guilt, y psicoterapeuta en Oak Brook, Ill. “Lo cierto es que ser madre es un trabajo tedioso, repetitivo, en ocasiones aburrido y definitivamente no tiene nada de glamoroso”.
Esto no quiere decir, sin embargo, que la maternidad no sea maravillosa (¡lo es!), pero sirve de mucho conocer todos los lados del asunto. Te presentamos cinco cosas sorprendentes que nadie te dijo acerca de ser madre... y cómo vértelas con ellas.
Cinco cosas que nunca te dicen acerca de la maternidad
Te sentirás cansada y adolorida durante más tiempo del que podrías esperar.
Algunas mamás se sienten bien más o menos un mes después de que nace el bebé, pero la mayoría necesitan ocho semanas o más para recuperarse físicamente. (Y tampoco esperes quedar tan delgada como Beyonce para entonces). El tiempo que tardes en recuperarte dependerá de si diste a luz vaginalmente o si te hicieron una cesárea, del tiempo que puedas dormir y de la velocidad a la que los niveles de tus hormonas se regularicen.
"Las mamás de niños pequeños no tienen ni mucho tiempo ni energía de sobra para socializar."
“Date permiso para recuperarte en el tiempo que tu cuerpo necesite”, aconseja Rosenberg. Y asegúrate de traer suficientes paquetes de hielo extra del hospital: el dolor que sentirás precisamente ahí puede ser tremendo y durar una semana o más, incluso si la episiotomía que te hicieron fue pequeña.
Tu bebé te aburrirá.
No hay nada emocionante (ni satisfactorio intelectualmente) acerca de cambiar pañales y poner carga tras carga de ropa sucia en la lavadora, 24/7. “Si te aburres cuidando a tu recién nacido, no te sientas culpable ni pienses que hay algo malo contigo”, recomienda Rosenberg. “Los primeros días de ser madre son un trabajo tedioso y repetitivo. Los bebés no hacen mucho, además de comer y dormir. La mayoría de los bebés ni siquiera sonríe sino hasta que tienen 8 semanas, y pueden pasar de tres a seis meses antes de que puedan realizar una conexión contigo a nivel emocional o intelectual”. Disfruta el aburrimiento, porque antes de que te des cuenta, estarás persiguiendo a un niño pequeño... y esos, con su ilimitada energía y su determinada voluntad, ¡son todo menos aburridos!
Leerás el mismo libro mil veces.
¿Así que tu hijo de 3 años está obsesionado con jugar a cocinar en el kinder? ¿O tal vez insiste en escuchar el mismo cuento a la hora de dormir o en comer sándwiches de queso mañana, tarde y noche?
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¡No te preocupes! Los preescolares se obsesionan con ciertas actividades, juguetes y comidas sin motivo alguno: es posible que quieran dominar una determinada tarea o que encuentren solaz en una rutina conocida. Claro, es un comportamiento muy fastidioso, pero es apropiado para la edad y lo más probable es que no signifique nada a largo plazo. Cuando tu niño esté listo para dejar atrás la etapa, lo hará. Como explica Rosenberg: “Tu hijo podría jugar a cocinar simplemente porque a su amigo le gusta ese juego... y a él le agrada jugar con su amigo más que cualquier otra actividad disponible”.
Es posible que pierdas algunas amistades.
Las mamás de niños pequeños no tienen ni mucho tiempo ni energía de sobra para socializar. ¿El resultado? Las amistades se resienten y no todas sobreviven esta etapa. “Tus amigas sinceras seguirán ahí y te apoyarán, porque ese lazo está basado en una relación humana”, declara Rosenberg. “Pero las amigas casuales podrían no estar disponibles sino hasta que ellas también tengan hijos, porque ese tipo de relación se basa en el hecho de pasar tiempo juntas”.
Las otras madres te volverán loca.
Está la mamá del parque que presume sin cesar sobre los logros de sus hijos. Está la mamá de la escuela que domina las juntas de la sociedad de padres de familia. Está la mamá de los amigos de tus hijos que convierte cada fiesta de cumpleaños en una ocasión extravagante, un reto implícito para ver quién puede superarla. Seguro te encontrarás con todos estos personajes.
"Los bebés no hacen mucho, además de comer y dormir."
¿Qué hacer? ¡No participes! La competencia para ver quién es mejor padre es una que nadie puede ganar. Pero no te distancies de las demás mamás tanto que conviertas a tu hijo en un paria. “Sé lo bastante sociable para que las otras madres estén dispuestas a enviar a sus hijos a tu casa a jugar”, aconseja Rosenberg. “Pero cuando comience la charla competitiva, diles: ‘¡Ah, no me había dado cuenta de que era tan tarde. Ya tengo que irme’”. Y no te preocupes. ¡También encontrarás mamás tranquilas que se conviertan en tus amigas!
Cynthia Hanson es una periodista de Philadelphia que escribe para diversas publicaciones nacionales tales como Ladies’ Home Journal, Parents y American Baby. Ya ha escrito antes para Life & Beauty Weekly.