Buenos Hábitos para Comenzar la Mañana

¿Por qué cambiar las mañanas?

La manera en la que comenzamos el día puede influenciar el resto de la jornada, eso ya lo sabes. Cuando has tenido una noche de mal sueño o, peor aún, cuando ni bien despiertas hay una riña, los niños gritan, el perro del vecino no deja de ladrar y sales de la cama de mal humor, entonces sabes que tus energías para el resto del día no serán las mejores, ni las más productivas en tal caso.

En cambio, cuando despiertas bien descansado, tranquilo, tienes silencio y tiempo para cumplir tu rutina de aseo, de leer el periódico o de tomar un buen desayuno, sales de casa listo para sortear cualquier obstáculo que encuentres en tu camino. Y eso es lo que logramos cuando ponemos en práctica estos buenos hábitos para empezar la mañana, que puedes implementar incluso si el inicio de tu día no es el más tranquilo, ¡para cambiar eso y comenzar la mañana a tu gusto!

"Comenzar la mañana con una frase o palabra positiva cambiará el enfoque en el que tu mente interpretará los sucesos de la jornada."

5 pasos para comenzar la mañana

Algunos de estos consejos podrán parecerte extraños, obvios, y hasta irrelevantes, pero no conocerás su enorme poder y el impacto sumamente beneficial que tendrán en tu vida hasta que los pongas en práctica. Sólo por gusto, cuando despiertes luego de esta noche, pruébalos como puedas, y verifícalo por ti mismo:

1. Al despertar, estírate y sal de la cama. Salvo que hayas tenido un mal sueño por la madrugada, tu cuerpo se despierta naturalmente cuando ya ha tenido el tiempo suficiente de descanso. No te dejes vencer por la tentación de “quedarte un poquito más": ponte de pie, estirándote y bostezando con la boca bien abierta, para estimular y oxigenar tu cerebro y todo tu cuerpo.

2. Di algo positivo. Lo que sea. Puede ser un “sí” bien firme, una frase inspiradora que te guste, la frase de una canción motivadora, o simplemente un “hoy será un gran día”. Sólo dilo. No hace falta que gastes ni un segundo pensando en “¿y si no lo es?”, ni tampoco se trata de una afirmación que debas sostener ni defender ante nadie. Dilo. Comenzar tu comunicación hacia el mundo con una frase o palabra positiva cambiará el enfoque en el que tu mente interpretará los sucesos de la jornada.

3. Luego de tu rutina de higiene, haz la cama. Ya sabes que no debes tenderla automáticamente al despertar, sino abrirla aún más para permitir que se ventile. Por eso, pasados algunos minutos, estira esas sábanas y cobertores, y disfruta del aspecto limpio y ordenado que una cama bien tendida le dará a tu habitación. Y ya que estás en ello: no dejes la ropa regada por todos lados: guárdala y deja tu habitación ordenada antes de salir de allí.

4. Desayuna antes de salir de casa. Es uno de los más importantes hábitos para la mañana. Al menos siéntate en la mesa y disfruta de unos sorbos de tu taza de té, de café, o de una pieza de fruta. No mires el noticiero porque seguramente no habrá noticias optimistas. Mejor escucha música que te levante el ánimo, o disfruta del silencio mirando la ventana.