Cómo ayudar al medio ambiente mientras cuidamos nuestra mascota
En el cuidado e higiene de nuestra mascota intervienen elementos que afectan de alguna manera al medio ambiente, como el uso del agua y de productos para su limpieza. En esta actividad también podemos colaborar con el planeta.
Cuando cuidamos a nuestras mascotas también podemos cuidar al medio ambiente, haciendo un uso eficiente de los recursos disponibles, incluyendo la elección de materiales amigables con el planeta (tanto en contenido como en presentación) y a la efectivización de los recursos como el gas, el agua, la electricidad y otros en las actividades diarias.
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Hay muchas cosas que podemos poner en práctica para cuidar nuestras mascotas, mimarlas y darles toda la felicidad posible de una manera respetuosa con nuestro entorno.
En primer lugar, tenemos que hablar de los productos de higiene y salud que utilizamos para cuidar a nuestras mascotas. Los shampoos, las lociones, los medicamentos y los tratamientos (como los productos anti pulgas y garrapatas, entre otros) deben ser respetuosos con el ambiente. Elige los que sean más naturales, con menor cantidad de químicos nocivos, según las indicaciones presentes en su etiqueta o contraetiqueta. También elige los productos y medicamentos que vengan presentados en envases menos contaminantes. Las botellas plásticas y los plásticos son difíciles de reciclar y representan una seria amenaza para el medio ambiente. Es mejor usar, preferentemente, los que vengan en envases económicos (pouch y sobres) y los que sean presentados en botellas de vidrio, de ser posible.
Una buena higiene es la base de una buena salud. Antes de que tu mascota se enferme, siempre asegurate de que tenga el alimento y el bebedero en condiciones, y revisalo de pulgas y garrapatas periódicamente. Higieniza tu casa para evitar que se contagien.
Cuando los bañes, haz un uso efectivo del agua: mójalo, cierra la canilla, aplícale el producto y enjuágalo con tarros de agua, en lugar de dejar la canilla abierta. De esta manera minimizarás el consumo de agua.
No bañes a tu mascota más de una vez al mes, ya que podrías enfermarlo o dejarlo propenso a sufrir males de piel o en su pelaje. En época invernal o temperaturas frías, báñalo lo menos posible. También controla el largo de su pelaje: córtale el pelo para que esté más fresco, más cómodo, y menos propenso a ensuciarse y a atrapar insectos.
Utiliza el peine antipulgas y garrapatas a menudo. Esto ayudará a prevenir este mal, y mantendrá a tu mascota más sana y bella. Hay quienes incluso se valen de la aspiradora para higienizar a su mascota, para el caso de animales de grandes dimensiones y con los accesorios apropiados para no hacerle daño, aunque esta práctica no es muy recomendable.