Por primera vez me pongo a ahorrar, ¿por dónde empiezo?
Comenzar con el ahorro personal no tiene por qué ser un desafío. Hay muchas maneras en las que puedes dar el paso inicial.
El primer paso para establecer un orden a nuestras finanzas es conocer nuestros ingresos y gastos
Planificando un plan de ahorro por primera vez
El primer paso para establecer un orden a nuestras finanzas es conocer nuestros ingresos. Debemos saber cuánto es el sueldo semanal o mensual con el que contamos.
Luego, debemos conocer nuestros gastos. En este paso sólo determinaremos los indispensables, estos son: el de renta o alquiler, expensas, impuestos y servicios de vivienda, escolaridad, salud (obra social, por ejemplo), el gasto del coche (seguro, patente, combustibles y demás), y un aproximado en alimentos. Teniendo en mente la cifra de los ingresos, apartaremos esta cantidad de gastos indispensables en nuestra lista de ahorro.
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Gastos importantes y eventuales
Los gastos de televisión satelital o por cable, de teléfono fijo y móvil, de conexión a Internet, las cuotas al gimnasio o al club deportivo y otros semejantes son importantes, pues hacen a tu disfrute y calidad de vida. Sin embargo, no se trata de gastos imprescindibles, pues si dejaras de lado esas actividades podrías seguir con tu vida con plena normalidad; al menos en casos generales: si trabajas mediante Internet, este gasto será “indispensable”, mientras que si trabajas con tu móvil, también lo será.
Teniendo en mente la cifra de tus ingresos y de los gastos indispensables, establece el monto para los importantes, determinando así de manera directa tus posibilidades de mantenerlos, pausarlos o descartarlos. Es buena idea tenerlos escritos en una lista, señalando con colores o en ciertas ubicaciones para saber qué puedes evitar mensualmente en situaciones difíciles.
El apuro por el ahorro
Si recién te has independizado, si estás armando tu primer hogar, o si te das a la tarea de ordenar tus finanzas, no te apresures. Debes ir con tranquilidad, ahorrar en montos pequeños pero realistas y alcanzables mes a mes, y ordenar tus gastos de modo de ir haciéndolos de a poco.
"Teniendo en mente la cifra de tus ingresos y de los gastos indispensables, establece el monto para los importantes, y decide si puedes cancelar otros."
Por ejemplo, si recién te has graduado o si has abandonado el hogar familiar y te estás estableciendo en tu primera residencia, procura ir con calma a la hora de amueblarla. Seguramente querrás tener todos los muebles, los electrodomésticos y los elementos desde el primer mes. Pero este deseo es un gran enemigo del presupuesto: solemos comprar en cuotas, minimizando así la percepción del gasto real.
En lugar de ello, establece un plan. Anota todos los muebles que deseas, ordenándolos por su precio, y determina la compra de sólo uno por mes. Así, en poco tiempo habrás armado tu casa por completo, y te habrás podido mantener dentro del presupuesto, ahorrando al mismo tiempo.