Plan de ahorro hogareño vs. el disfrute del dinero
Esta bien ahorrar, pero sin llegar al extremo de no disfrutar de ningún centavo de más. ¿Cómo evitar caer en la situación de no gastar nada o de ahorrarlo todo?
Cuando hablamos del ahorro debemos considerar también el bienestar
El ahorro es la base de la fortuna, pero...
¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “El ahorro es la base de la fortuna”. Pues claro, conservar el dinero sin despilfarrarlo es lo que nos permite acumularlo y crear la tan deseada seguridad económica.
Por ello, la aplicación de economías domésticas en múltiples sectores de vida es una tarea que debemos emprender en familia. El ahorro, así, nos permite disponer del dinero para lo que sea que busquemos: Vacaciones, cambio del coche, renovación de la casa, o bien como prevención ante posibles eventualidades de cualquier índole.
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Sin embargo, cuando hablamos del ahorro debemos considerar también el bienestar. Si existe un pago inminente o una situación arriesgada, seguramente haremos sacrificios y recortes de todo tipo, evitando gastar cada centavo, conservándolo para esta meta inmediata que tengamos en frente. Pero si hablamos de un ahorro normal, debemos acompañarlo con bienestar.
Si estás ahorrando, no te olvides de darte gustos
Cenar fuera, en lujosos restaurantes con nuestra familia o solos con nuestra pareja, es un verdadero deleite. Si estás llevando adelante un plan de ahorro, seguramente que no deberías cenar fuera cada noche, ni una vez por semana. Sin embargo, es bueno darse gustos de vez en cuando. El ahorro te permitirá hacerlo, cuidando de los gastos (es decir, en un lindo restaurante aunque no en el más lujoso de la ciudad, quizás), pero permitiéndose el bienestar y el disfrute, sin restringir felicidad ni sacrificar los buenos momentos en nuestro plan de economía doméstica.
Tampoco hace falta que no renueves tu vestuario por años en pro de la economía doméstica. Puedes darte el gusto de una prenda nueva, siempre que sea una prenda necesaria y que la busques en el mercado a los mejores precios que pudieras hallar. Dando uso a cupones de descuentos, y aprovechando liquidaciones por fin de temporada, por cierre o por el motivo que fuera, podrás tener ropa nuevas sin despilfarrar dinero, y sin salirte de tu plan de ahorro doméstico.
¿Ahorrar a costa de tu bienestar?
En aquella añosa frase de que “el ahorro es la base de la fortuna”, debemos tener en mente para qué queremos esa fortuna. Llevar una vida de privaciones, sacrificios y lamentos, en pro de “tener dinero”, quizás no sea la mejor opción. Tampoco te recomendamos el despilfarro, pero sí llevar una vida de ahorro y buena economía, sin carencia de disfrute, de bienestar, en especial en familia.
"Es bueno darse gustos de vez en cuando. El ahorro te permitirá hacerlo, cuidando de los gastos."
Debemos pensar en la fortuna como una situación de bienestar. Quienes se dedican al disfrute saben que la fortuna económica no logra comprar la sonrisa, y podemos cuidar de nuestra salud emocional sin gastar dinero de más. La mayoría de las cosas bellas de la vida son gratuitas, como los abrazos y la buena compañía, y esa es la mayor fortuna que podamos jamás acumular.