Estrategías de los supermercados para tentar a los consumidores
En el supermercado eres sujeto de experimentación. Cada detalle está pensado para que compres más y más. Aprende a reconocerlos para no caer en la tentación.
La organización de toda la tienda ha sido cuidadosamente pensada
No caigas en la tentación de los supermercados
Vamos recorriendo las góndolas y ¡zas!, nos encontramos con una estupenda oferta de trajes de baño. “Sí, estamos comenzando el invierno, ¡pero a estos precios sería irrisorio no comprar esta bikini!” es la frase que salta en tu mente, y de pronto no llevas uno, sino dos trajes de baño que ni siquiera sabes si podrás usar en la próxima temporada de calor.
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Pero las ofertas no son la única manera en la que el supermercado nos invita a comprar más y más productos. Trucos de ventas como estos abundan en las tiendas. No se trata, sin embargo, de una actividad maliciosa: su negocio es vender cuanto sea posible. Para ello apelan a numerosas herramientas, técnicas y trucos de venta que, a pesar de impulsar compras innecesarias, no resultan en engaños (en la gran mayoría de los casos, claro está, aunque siempre hay inescrupulosos que merecen ser incluidos en un artículo aparte).
Compara el precio por cantidad
Ya sea por disposición legal o por motus propio, a menudo se exhibe, junto con el precio de compra por el objeto, el precio por kilogramo o litro. Este pequeño número nos permitirá comparar el costo del elemento en sus distintas presentaciones. Por ejemplo, por lo general un paquete de 3Kg de harina sería más económico, en comparación, que un paquete de un kilogramo. Sin embargo, puede que la tienda necesite liberar el stock en la presentación pequeña, presentando un precio comparativo menor. Esto significa que si compras tres paquetes de 1Kg terminarías pagando menos que por el paquete de 3Kg. Compara los precios no sólo entre las distintas marcas, sino también entre las diversas presentaciones.
Observa todos los productos de la góndola
Al analizar los productos, observa toda la góndola o el anaquel. Los productos que tienen mayor precio y mayor atracción de ventas suelen ser ubicados a la altura de nuestros ojos, dejando los más económicos o convenientes, generalmente, en la parte superior o inferior del estante. Analiza toda la góndola antes de cargar los productos al carro. Este truco de ventas es muy apreciado en productos específicos: los juguetes más llamativos (y, a menudo, de mayor precio) se colocan en los dos primeros estantes del lado inferior del anaquel, de modo que queden a la vista de los niños, capturando su atención. Por eso, si vas a comprar un juguete, analiza la parte superior del anaquel para comparar precios.
El ambiente te invita a comprar
Pero los trucos de venta no sólo están presentes en las góndolas. Toda la estructura del supermercado ha sido diseñada para fomentar las ventas. La temperatura siempre es agradable, y la música de ambiente es siempre invitante. Si prestas atención, verás que no hay relojes a la vista, incluso los que están a la venta no tienen la hora exacta o no están en funcionamiento. Ello se debe a que la tienda no quiere que te apresures al darte cuenta de lo tarde que se te ha hecho, y así compres más.
También podrás ver que, a menudo, los techos bajos son de color oscuro, y los pisos suelen ser brillantes. Esto se debe a que los techos bajos aploman, alentan, al igual que el piso brillante, que se percibe como una superficie resbaladiza, haciéndote caminar más despacio. De hecho, los pisos nunca serán resbaladizos, pues esto podría traer consecuencias legales para el supermercado. El brillo, y la percepción de ser resbaladizo, es una técnica que hace que los clientes caminen más despacio, vean con mayor detenimiento los productos, y por supuesto, compren más.
"Compara los precios no sólo entre las distintas marcas, sino también entre las diversas presentaciones."
Cuidado al recorrer los pasillos
La organización de la tienda también ha sido cuidadosamente pensada. Por lo general, los productos de primera necesidad son ubicados al final del recorrido. De este modo, la tienda se asegura de que atravieses los pasillos, viendo góndolas, de camino a comprar una simple pieza de pan o un paquete de azúcar. Hay tiendas que, también, suelen hacer dos o hasta cuatro reorganizaciones generales: cambian todo de lugar. Esto hace que los clientes deban recorrer todo el supermercado en busca de sus productos, generando mayores posibilidades de efectuar compras impulsivas.
Recuerda las reglas de oro: ve de compras con la lista de necesidades, a pie para comprar menos, sin hambre y sin sueño. Así, podrás ahorrar en tus compras evitando caer en las tentaciones.
