7 Trucos de Fotografía Profesional

Cómo salir bien en las fotografías

En artículos anteriores hemos visto algunos consejos sobre cómo posar y otros trucos para salir bien en las fotos. Pero a veces esos consejos no son precisamente lo que necesitas, pues lo que quieres es lograr una toma sensacional, o tal vez fotografiar un objeto, un paisaje o cualquier otra cosa.

Estos trucos fotográficos te ayudarán a lograr mejores encuadres, a dirigir la atención del espectador, y crear capturas que sean todo un elemento comunicacional, eficiente y completo.

7 trucos para lograr fotografías profesionales

1. Elige tu estrella: Incluso en las fotografías de habitaciones repletas de objetos, necesitas identificar uno que quieras que sea el “protagonista”. Es a ese objeto (o rostro, lo que sea) al que debes prestar especial atención en cuanto a iluminación, enfoque y demás. También, asegúrate de colocarlo al frente o en un punto destacado: no porque sea bello el espectador vas a poder apreciarlo si lo colocas detrás de plantas, telas u otros objetos. Es mejor aislarlo y hasta crear un pequeño vacío a su alrededor.

"Estos trucos fotográficos te ayudarán a lograr mejores encuadres, a dirigir la atención del espectador, y crear capturas que sean todo un elemento comunicacional, eficiente y completo."

2. Dirige la mirada: Nuestros ojos se orientan hacia donde vemos calidez. Elige colores claros y tonos naranja, rojo y amarillos cálidos para atraer la vista del espectador hacia donde tú prefieras, o úsalos en general para hacer que tu foto destaque de las demás. También, verifica las líneas y formas de tu imagen, en especial las que “dirigen” el camino hacia el objeto protagonista, usando formas angulosas para crear tensión y prolijidad, y las suaves y onduladas para crear libertad.

3. Presta atención a la escena general: Los ambientes repletos de cosas, el amontonamiento de elementos, las hordas de animales y hasta de personas crean un aspecto de tensión, estrés, y ahuyentan la atención del espectador (salvo contadas obras artísticas). Los espacios completamente vacíos, o la exhibición de pocos elementos con demasiado aire entre ellos, evocan soledad, tristeza, y no tienen atractivo emocional para los ojos que lo ven. En cambio, los ambientes limpios, espaciosos y las imágenes armoniosas nos atraen.

4. Cuidado con la luz: Además de la iluminación natural o artificial que uses afuera de la escena, presta atención a cómo se comporta la luz sobre los elementos, rostros, y espacios. Los rayos que entran por una ventana, o que se asoman entre los objetos, pueden evocar alegría, mientras que la luz ausente en un escenario diurno genera un tinte de tristeza y depresión a la imagen. Toma nota de cómo se comporta la luz, cómo se proyectan las sombras, y úsalo a tu favor para dar más belleza y expresividad a tu imagen.

5. La distancia ideal: Incluso cuando quieras dar protagonismo a un elemento o punto específico, evita abusar del zoom o del acercamiento, así como evitar las distancias demasiado prolongadas. Recuerda la regla de los tercios, y ubica tu “protagonista” en uno de esos cuadrantes para definir su mejor tamaño.

6. De frente a la cámara: Así como los retratos resultan más compenetrantes cuando el personaje está mirando directo a la cámara, los objetos deben lucirse de frente al lente (con su lado más vistoso, con su frente real). Incluso si se trata de un jarrón añoso: si las asas se muestran de lado a la cámara (por ejemplo), la imagen en general dará una noción de indiferencia, como si el protagonista estuviera desviando su mirada de la del espectador.

7. Cuidado con los colores: Como ya vimos, el ojo humano busca la calidez y la luz en las imágenes. Por eso, iluminar bien el foco de interés y orientar la mirada con tonos pastel, rojo y anaranjado puede ser un gran acierto. Pero también ten en cuenta estos detalles: