¿Qué es la asertividad y cómo mejorarla?

Antes de adentrarnos en cómo mejorar nuestra asertividad, debemos tener claro qué significa realmente este término: no es simplemente negarnos a las cosas con cara de enfado.

¿Qué es la asertividad y cómo mejorarla?

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la capacidad de expresar las emociones que sentimos en cada momento sin reparo alguno. Esto quiere decir que si por ejemplo, nos preguntan nuestra opinión sobre un tema delicado y tenemos una visión muy particular, no temeremos decirla, adaptándola a la situación a la vez que dejamos clara nuestra postura.

"La asertividad es la capacidad de expresar las emociones que sentimos en cada momento sin reparo alguno."

Cómo saber si eres asertivo

Sabiendo ya qué es lo que significa, debemos ver hasta qué punto somos asertivos. Al tener relación directa con las emociones, estaremos viendo al mismo tiempo cómo nos relacionamos con los demás. Si somos muy callados será más difícil ser asertivo, ya que nuestras emociones pueden malinterpretarse, recibiendo como respuesta situaciones que no nos habíamos esperado. Y es que este es uno de los grandes fallos que cometen las personas, pensando que limitando su expresividad, mostrándose más serios y contundentes, estarán haciéndose entender mejor.

Una buena forma de medirla es ver cómo nos desenvolvemos en conversaciones largas donde interactuemos continuamente. Estar con nuestro jefe, hablar de forma distendida con los amigos, intercambiar opiniones de temas de actualidad, todo ello nos muestra hasta qué punto estamos siendo capaces de hacer ver nuestros pensamientos totalmente libres de limitaciones impuestas por nuestra cabeza.

Mejorando nuestra asertividad

Con nuestra capacidad medida, es el momento de ver cómo mejoramos. La mayoría de las veces somos poco asertivos por tener muy poca seguridad en nosotros mismos. No confiar en nuestras capacidades y tener miedo a las reacciones negativas suelen ser las mayores causas por las que evitamos decir el famoso "No" ante peticiones y opiniones extremas que no nos convencen; "¿Y si le caemos mal?" es uno de los pensamientos más típicos.

También es bueno ver si realmente nuestro problema es de comunicación más que del contenido. Decir "no" realmente no es algo que siente mal a nadie, suelen ser más las formas con las que la decimos que lo que hemos querido decir.

Como siempre, mejorar la asertividad requerirá que dediquemos tiempo y paciencia a las continuas prácticas que hagamos. Podremos recurrir a nuestros familiares y amigos pidiéndoles que nos pongan bajo presión, haciendo que poco a poco tomemos soltura en este tipo de situaciones.