La polarización al trabajar en grupo

Cuando trabajamos en grupo las discusiones de ideas son frecuentes, y aparece un fenómeno que pone en riesgo la justicia por elegir la mejor decisión: la polarización.

La polarización al trabajar en grupo

El peligro de la polarización grupal

Trabajar en grupo es algo que muchos odian, unos pocos aman y todos tienen que hacer alguna vez en su vida. Es imposible que nos libremos siempre de trabajar en equipo, y es que hace ya muchos años que se ha demostrado la enorme eficacia de juntar el esfuerzo de muchos para un objetivo común.

Pero no todo es bueno en los grupos, al contrario, uno de sus mayores peligros es la llamada polarización.

"La necesidad de tomar una decisión introduce una presión social que se desvía hacia una idea, y al introducir esta presión entran factores ajenos al eje del debate."

Cómo reconocer la polarización al trabajar en grupo

Pongámonos en situación: trabajo grupal en clase de dibujo. Nos han mandado a realizar un gráfico a tamaño real de la temática que queramos, y nosotros nos consideramos auténticos expertos en el mundo del cómic. A su vez, otro lo es respecto al cine, siendo ambas ideas puestas sobre la mesa. Al principio hay cierto debate, pero rápidamente una empieza a tener más argumentos a su favor, y a su vez la otra parece ser que no es tan atractiva como se pensaba al inicio. La polarización se da al situarse en un extremo en la discusión grupal.

Un grupo de trabajo sano habría discutido sobre las dos opciones, a la vez que propondría otras ideas. Se aceptarían todas las opiniones, forzando incluso a aportar por parte de los miembros más tímidos.

En el ejemplo, podemos comprobar cómo la necesidad de tomar una decisión introduce una presión social que se desvía hacia una de las opciones. Y al introducir esta presión social es cuando comienzan a entrar factores totalmente ajenos a la cuestión a debatir: el carisma de los que proponen, el conocimiento que se tiene de ellos, sentimientos personales como la amistad, y un sin fin de puntos que favorecerán todavía más dicha polarización.

Cómo evitar la polarización

Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que el grupo sepa de su existencia. Esto no quiere decir sacar la definición oficial y recitarla ante ellos, sino explicar que es fácil tender rápidamente a una opinión concreta, junto a lo beneficioso que sería considerar todos los puntos por pobres que nos parezcan. Es importante reconocerla para que los que participan estén atentos a sus cambios de actitud.

"Es importante reconocer la polarización para que los que participan estén atentos a sus cambios de actitud."

Pero hay un grave peligro: la polarización se ve muy afectada por las actitudes personales. Si la decisión tiene tintes emocionales habrá cuestiones tan simples como que una de las personas que propone algo puede caer mejor que la otra. Y un poco más allá, si dicha opción toca puntos internos como juicios de valor, será todavía más polarizada.

No hay fórmula mágica para evitar la polarización al trabajar en un grupo, por lo que solo quedará que nos esforcemos todo lo que podamos para reconocerla y reducirla lo máximo posible.