Cómo ahorrar energía

La electricidad es totalmente necesaria, pero a veces abusamos y consumimos más de lo que necesitamos. Para ayudar al planeta y también a nuestro bolsillo, nada mejor que concientizarnos y ahorrar energía.

Cómo ahorrar energía

Consejos para ahorrar energía eléctrica

La energía eléctrica es uno de los recursos renovables más adecuados para nuestra vida diaria. Parte de ello se debe a las múltiples fuentes de obtención de la misma, como del viento (energía eólica), del agua (hídrica), del sol, por mecanismos nucleares y algunos otros.

Siendo posible la obtención de energías limpias, que minimizan la huella de carbono de nuestras actividades, es natural que las aprovechemos al máximo, pero aún así debemos utilizarlas con precaución, para evitar el despilfarro y, en ello, cuidar de nuestra economía.

"Toma las escaleras en lugar del ascensor, y apaga las luces de tu oficina cuando salgas para ahorrar energía."

Cómo ahorrar energía en el trabajo

Cuando estamos fuera de casa, en la oficina o en otros sitios, no nos corresponde pagar la factura del consumo de luz, lo que hace que a menudo olvidemos cuidarla. De todos modos es bueno hacerlo: toma las escaleras en lugar del ascensor, apaga las luces de tu oficina cuando salgas, y prefiere vestir ropa liviana y abrir la ventana con el fin de dar el menor uso posible al aire acondicionado.

Apaga los artefactos que no estés usando. Si tienes la posibilidad, pide la instalación de electrodomésticos de consumo inteligente, que cuentan con tecnologías para prevenir el malgasto de energía.

Cómo ahorrar energía en casa

En casa, la labor se hace aún más sencilla, pues podemos elegir qué luces encender y cuáles apagar, además de configurar los artefactos a nuestro propio gusto. Sólo se trata de usar tu mejor criterio aquí: apaga las luces de las habitaciones vacías y de todos los elementos que no uses; cuando haya sol brillando en el cielo, abre las cortinas y deja que pase la luz, para no tener que encender los bombillos de dentro de casa.

Prefiere los elementos manuales y mecánicos antes que los eléctricos. La sesgadora manual de césped, por ejemplo, es un artefacto económico, muy eficaz en su labor, y que te servirá también como entrenamiento para hacer ejercicios. Algo similar ocurre con los utensilios de cocina, algunos elementos del cuarto de labores o la oficina hogareña; su elección es una manera genial de ahorrar energía.

"Recuerda desconectar del suministro eléctrico todos los elementos que no uses."

Configura tus artefactos para el ahorro. La TV, el reproductor de DVD, los ordenadores y las laptops de todo tipo ofrecen esta función "verde" desde hace años. Establece que el artefacto pase a hibernación o inactividad cuando lleve unos minutos sin uso, determina el horario de corte para la TV por las noches, por si te quedas dormido viéndola, y recuerda desconectar del suministro eléctrico todos los elementos que no uses, pues estos tienen un consumo mínimo a regular, en particular los que tienen luces indicadoras y display con reloj u otros datos, como sucede con el horno de microondas.

Asegúrate de que tus artefactos funcionen a la perfección, para evitar un consumo exagerado de energía, como sucede con los refrigeradores viejos. Para más ideas, te recomendamos nuestro artículo cómo ahorrar energía en el uso de  electrodomésticos.