3 métodos para lograr tus objetivos

Hay ciertas metas que nos cuesta mucho lograr, a pesar de haberlo intentado varias veces. Pues aquí veremos 3 formas distintas de lograr esos objetivos que cuesta tanto cumplir.

3 métodos para lograr tus objetivos

3 formas de hacer cambios y lograr objetivos

Hay ciertos cambios que cuesta mucho hacer y por mucho que apliques todas las técnicas que conoces para conseguir objetivos, a veces parece imposible. Existen tres puntos importantísimos a la hora de hacer cambios:

- Saber lo que quieres
- Diseñar objetivos SMART
- Entender los principales errores (no planificar imprevistos, etc)

Esto por sí solo ya es suficiente para que empieces a hacer cambios y tengas más probabilidades de conseguir tus objetivos. Pero ¿y cuando lo haces todo y aun así no consigues lo que quieres?.

"Una de las principales razones por las que a veces no logramos conseguir los objetivos es que lo que nos proponemos requiere más pasos de los que parece."

¿Por qué nos cuesta tanto cumplir algunas metas?

En muchos casos, la causa es que en realidad no quieres lo que dices que quieres, que no eres realista, que no tienes en cuenta tu situación actual y posibles imprevistos, etc; pero otras veces es cuestión del método que utilizas.

En el artículo "cómo lograr los objetivos que nos cuesta cumplir" vimos que una de las principales razones por las que a veces no logramos conseguir los objetivos es que lo que nos proponemos requiere más pasos de los que parece. Siguiendo con ese tema, cuando no eres capaz de conseguir algo en particular y de verdad quieres un cambio, ¿qué puedes hacer, aparte de asegurarte de que sea un objetivo bien planteado?

Como explica Maria Brilaki en su libro "Surprisingly...Unstuck: Rewire your brain to exercise more, eat right, and truly enjoy doing so", hay (al menos) tres métodos distintos para hacer cambios.

3 métodos para lograr cambios

1. Plantearte un cambio radical

Esto es lo más difícil, requiere mucho esfuerzo, perseverancia y voluntad. Normalmente se realiza en un período de tiempo relativamente corto por lo que obtienes resultados rápidos y la admiración de los que te rodean. No es imposible y a mucha gente le motiva el desafío, pero es muy difícil y para muchos supone una alta probabilidad de fracaso. Rápidamente te ves incapaz, abandonas y dudas de ti misma. Un ejemplo sería dejar de fumar de un día para el otro.

2. Hacer pequeños cambios

Esto es lo más frecuente y funciona muy bien para muchas personas. Por ejemplo, plantearte escribir una hora al día si quieres publicar una novela, o hacer ejercicio 30 minutos al día, tres días a la semana. Es más realista que el método anterior y puede dar buenos resultados aunque se tarde un poco más (al fin y al cabo lo que importa no es el tiempo sino conseguir tu objetivo.) Sin embargo, para algunas personas esto tampoco es suficiente, porque esos pequeños pasos, en realidad no son tan pequeños. Hacer ejercicio 30 minutos al día cuando no has hecho nada hasta ahora supone cambiarte de ropa, ducharte, ir y venir del gimnasio, hacer el ejercicio en sí... Mucho más de lo que parece, por eso puede que tu no te pongas en marcha, porque ese pequeño paso requiere muchas cosas. Lo que nos lleva entonces a la tercera estrategia.

3. Hacer cambios ridículamente pequeños

La idea es hacer cambios diminutos, que no te supongan ningún esfuerzo. Como por ejemplo, simplemente ponerte las zapatillas de deporte nada más al levantarte, o poner una botella de agua en la mesa si quieres beber dos litros al día. Nada más, ni tienes que correr, ni tienes que beber si no quieres. Durante una semana o unos días el único cambio al que te tienes que comprometer es tener la botella en la mesa. Empiezas por algo muy sencillo y a los pocos días das un paso más y te propones algo igual de fácil, por ejemplo, beber un sorbo de agua nada más al sentarte. Solo un sorbo y solo en ese momento. Que luego bebes más, muy bien, pero tu compromiso es solo ese. Fácil, ¿no? Y también efectivo porque sin apenas esfuerzo te irás acostumbrando al cambio. Y ¿qué consigues con pasos tan minúsculos?

  • Ponerte en marcha ya: Se acabó seguir posponiendo, lo que te has propuesto es tan sencillo que no hay razón para no empezar ya mismo.
  • No desanimarte: Al contrario, estarás contenta porque vas consiguiendo lo que te propones.
  • Crear un nuevo hábito: Porque al final lo harás automáticamente, lo incorporarás a tu rutina, y son los hábitos los que provocan el cambio.
  • Conseguir tu objetivo.

Ventajas del método de pequeños cambios

Tardarás más que con otro método, sí, pero lo importante es que lo conseguirás y sin agobios. La cuestión es ponerte las cosas fáciles y dejar de pensar que tienes que intentarlo más. Además, un punto clave de este método es plantearte sólo objetivos a corto plazo. Esto va en contra de todo lo que decimos habitualmente, pero piénsalo. Si durante media vida te has planteado algo en particular y has abandonado todas las veces, ¿no merece la pena probar algo distinto? En este caso, en lugar de objetivos a medio o largo plazo (un período de tiempo mayor de dos semanas) lo que vas a hacer es, en primer lugar, tener muy claro lo que quieres conseguir (ej: hacer más ejercicio para estar en forma, controlar los gastos, cambiar de trabajo, dormir más) y, en segundo lugar, proponerte pasos diminutos cada semana.

Pruébalo con los objetivos que mas se te han resistido hasta ahora y es probable que en menos de lo que esperas ya hayas hecho cambios. Lo importante es que sepas que hay distintas formas de lograr metas y que puedes cambiar de método en cualquier momento si no te da resultados. Puede que determinados objetivos los hayas conseguido toda la vida de una manera particular pero que con otros no haya forma, ahora ya sabes que hay más alternativas. No hay un método mágico que funcione en todos los casos y circunstancias.

"Lo importante es que sepas que hay distintas formas de lograr metas y que puedes cambiar de método en cualquier momento si no te da resultados."

Y recuerda, aunque la mayoría de las personas piensan que necesitan más motivación o fuerza de voluntad, lo que de verdad se necesita es ponerte las cosas fáciles, tener recordatorios, ya sean visuales (la botella de agua), auditivos o de otro tipo (quedar con una amiga para ir al gimnasio) y, por supuesto, una recompensa (evitar algo malo o recibir algo bueno).

Aida Baida Gil, coach de la profesional, trabaja con mujeres profesionales que quieren redirigir su carrera y que buscan claridad, motivación, acción y resultados. Visita www.aidabaida.com para para recibir su boletín semanal con artículos y estrategias para tu éxito personal y profesional.