Hábitos para una vida saludable

Desde la alimentación diaria hasta los chequeos de rutina, todo aspecto relacionado con nuestro cuerpo siempre debe ser prioridad. Y para mantener una salud plena, debemos recordar estos pequeños hábitos.

Hábitos para una vida saludable

Buenos hábitos para una salud plena

Alimentarse adecuadamente, con muchas frutas y vegetales, hacer ejercicios, mantener un estilo de vida libre de preocupaciones y de estrés (dentro de lo posible), tener muchas horas de risas y alegría, son las cosas en las que solemos pensar en primer lugar cuando consideramos lo que hacemos por nuestra salud y bienestar. Y son actividades y recursos por demás valiosos para el objetivo de una vida plena, pero no son las únicas herramientas que tenemos a mano. En esta nota veremos algunos hábitos saludables para incorporar a tu día a día.

"Al asistir a la visita, consulta a tu odontólogo sobre el cepillo de dientes y la crema dental que mejor te favorezcan."

Mantener una buena sonrisa

La risa y la alegría son fundamentales para el bienestar, pero también lo es cuidar de nuestra sonrisa. Uno de los hábitos que has de incorporar para llevar una vida saludable, es hacer una cita con tu odontólogo dos veces por año. Estas consultas de rutina, con limpiezas para eliminar el sarro y recomendaciones de cuidado e higiene, te permitirán evitar un sinfín de enfermedades bucales que son en verdad problemáticas. Una a dos visitas por año es la cantidad mínima que debes hacer en condiciones normales, pues si se presentaran problemas debes asistir con la regularidad que el profesional recomiende.

Al asistir a la visita, consulta a tu odontólogo sobre el cepillo de dientes y la crema dental que mejor te favorezcan, los cuidados paralelos (el hilo dental, el enjuague bucal), y sobre los tratamientos que quieras hacer, como blanqueamiento dental u otros. Luego, sigue sus recomendaciones según tus posibilidades. Verás que esto hace maravillas por tu sonrisa, aunque te parezca imposible saber que cambiar de marca de crema dental te mejore la salud entera.

Una dieta regular y saludable

Comer adecuadamente, reducir el consumo de grasas y azúcares, consumir muchas frutas y vegetales acompañadas de porciones adecuadas de proteínas y carbohidratos, es un buen comienzo. Pero, aunque ya lleves una dieta adecuada, puede que tu alimentación pueda mejorar, por ejemplo, contemplando su regularidad.

Debes comer cada dos a tres horas, en pequeñas porciones, incluyendo desayuno, colación de la mañana, almuerzo, colación de la tarde y cena, y si quieres, bocadillos saludables (como frutas, yogur y demás) entres éstas. De preferencia, cena temprano: si te vas a dormir a las 23 horas, procura no comer luego de las 21 horas, para que tu organismo pueda digerir adecuadamente y puedas tener un sueño reparador.

También recuerda comer regularmente, sin importar las condiciones. Si estás en reposo o enfermo, mantén tu rutina de alimentación. Un mito conocido es que al estar enfermo o con fiebre debes pasar hambre: error, pues así no estarás dando a tu sistema de defensas las energías necesarias. Aunque no tengas hambre, alimenta a tu cuerpo con sopas, zumos y abundantes líquidos, como mínimo.

Control general de la salud una vez al año

El médico de cabecera es un aliado infaltable para nuestra salud. Tener un médico clínico o de familia que nos conozca y que lleve nuestro caso nos ayuda a tener un mejor control de nuestra salud, pues conocerá nuestras particularidades, alergias, condiciones especiales y demás. Elige a tu médico de cabecera con cuidado y dedicación, y confía en su experiencia y consejo para cuidar de tu salud y la de tu familia.

Luego, recuerda hacer un examen completo al año. Pide a tu médico las órdenes para realizar estudios de laboratorio (orina, sangre, los que sean necesarios), y todos aquellos exámenes que hagan un control de tus condiciones particulares y de nuevos desarrollos. En este examen anual, recuerda incluir el de tu zona íntima: pide exámenes de próstata o ginecológicos, según sea el caso, para hacer un control completo. Pide ecografías, mamografías, tomografías y radiografías si fuera recomendado por el profesional, pero no como rutina para evitar la contaminación radiactiva mínima que estos estudios ocasionan; sólo deben hacerse si el médico los ordena.

"Elige a tu médico de cabecera con cuidado y dedicación, y confía en su experiencia y consejo para cuidar de tu salud y la de tu familia."

Para poder recordar estos análisis, házlos en la semana de tu cumpleaños. Pide una cita con el médico para la revisión anual, con tu urólogo o ginecólogo para la revisión personal, con tu odontólogo, con todos los profesionales que quieras, y regálate un examen completo para corroborar y mantener tu buen estado de salud, anímico y personal.